De nuevo pudo Obama
El espíritu del 'Yes we can' permanece. Así lo ha visto el electorado norteamericano que ha renovado su confianza en el presidente Barack Obama otorgándole la confianza para un segundo mandato. Se preveía un recuento más ajustado, pero al final el presidente tenía una base más solida que su adversario y ha logrado movilizar con la misma intensidad a su electorado más fiel y a muchos hombres y mujeres, minorías y segmentos sociales – mujeres, jóvenes y mayores – que han visto en la estabilidad la garantía para continuar el camino de recuperación que la economía americana muestra desde hace varios meses.
Estas elecciones dejan tres lecciones. La primera es que si bien el Tea Party fue determinante para decidir quién debía ser el candidato republicano, la compañía de este colectivo y su alargada sombra tras Romney le ha supuesto un duro castigo del electorado más moderado o centrista. La loca y exagerada radicalidad que exhiben y el minúsculo discurso de personajes como Sara Pallin y otros muchos que han crecido al albor de una insólita "rebelión social" contra Obama, ha terminado por empujar al viejo partido republicano a cuatro años más de oposición. Para ser más precisos, las terribles y enfermizas declaraciones de senadores republicanos atribuyendo a Dios y a su voluntad las violaciones de mujeres y sus consecuencias, han puesto enfrente de su partido a una inmensa mayoría de norteamericanos sensatos, que además han expulsado de las cámaras a los autores de tales declaraciones
La segunda es que no están los tiempos para aventuras confusas. El programa de Romney ha terminado por asustar más que convencer y ha empujado a la sociedad americana – aún convulsionada por el efecto desgarrador del huracán Sandy- a luchar por el modelo básico de estado que defiende el demócrata Obama y su partido.
La tercera es que Estados Unidos es un gran país cada vez más diverso. Las llamadas minorías se incorporan al voto tanto como a la política, la economía y a otros muchos sectores profesionales dibujando con su presencia y participación un nuevo escenario que no se puede interpretar con el viejo recetario de siempre. Por no hablar del cambio generacional asociado a una nueva forma de comunicación y relación asociada a un mundo tecnológico diferente.
Pronto tendremos ocasión de conocer los planes de Obama y el modelo verdadero de relación que quiere con sus aliados europeos. España debe ver con optimismo esta reelección pues en las palabras recientes de Obama, y en otras declaraciones anteriores, hemos podido escuchar con claridad su deseo de evitar el hundimiento de nuestro país y la necesidad de sostener al euro con la dimensión que tiene en este momento, sin exclusiones penalizadoras.
Cabe confiar en que su apuesta por el crecimiento sea un muro de contención a la estrategia de Merkel que tanto daño nos está haciendo.
Obama ya es presidente, de nuevo. Puede presumir de ser el primer presidente de la zona cero de la crisis que es reelegido para un nuevo mandato.
Editorial Estrella