Cuarenta ruedas de molino

Cómo se nota que el Partido Popular controlaba Caja Madrid: el argumentario que está repartiendo entre los suyos para que canten al unísono las bondades y los logros del peor gobierno que se recuerda, que ya es decir, se parece mucho a aquél otro que la dirección de la Caja distribuyó entre sus comerciales y directores de oficina para instruirles sobre la manera de apoderarse de los ahorros de los clientes mediante el ardid de las Preferentes y las Subordinadas.

En ambos casos, cualquier parecido con la realidad, con la verdad, no es que sea pura coincidencia, sino un imposible metafísico: si en uno se decía que las Preferentes era un producto de ahorro seguro, garantizado, cuyo nominal podía recuperarse cuando se quisiera, en el otro se dice, por ejemplo, que los pensionistas han recuperado con el Gobierno del PP poder adquisitivo o que las ayudas a la dependencia fluyen hacia quienes las necesitan como un ubérrimo maná.

Estos 40 "éxitos" del Gobierno de Rajoy que publicita y glosa, luego de inventárselos, el dicho manual, podrían pertenecer al género humorístico si no fuera porque pertenecen al de la burla más patosa y cruel, que no otra cosa es pretender que los españoles comulguen con esas 40 gigantescas ruedas de molino, tragándoselas una a una y a palo seco.

En una de esas ruedas el PP llega a arrogarse la disminución de los accidentes de tráfico, cuando ello no es sino la consecuencia de la buena gestión realizada por la DGT en los últimos ocho o diez años; en otra se presenta como un éxito el menor número de usuarios de los tribunales de Justicia, cuando las tasas de Gallardón han estorbado a tantos el recurso a su tutela efectiva; y en otra, una de las más gruesas e hirientes, se pinta como una conquista del Gobierno que se haya reducido el número de desahucios, cuando a la mayoría de los que no han podido hacer frente al pago de las hipotecas se les ha echado a la calle ya.

Cuando un tercio de los españoles hoza en la miseria, cuando las libertades civiles básicas son atropelladas, cuando en millones de hogares se pasa frío y necesidad, cuando los jóvenes tienen que emigrar en masa como en tiempos de Franco, cuando se amenaza a la gente con toda clase de leyes denigrantes, regresivas y sectarias, lo menos que podía hacer el Gobierno responsable de todo eso es avergonzarse. Muy dado a comulgar propone, por el contrario, que los españoles también lo hagamos. Con sus ruedas de molino.

Rafael Torres