Contra un nuevo armamentismo

En los últimos años se ha reducido el gasto militar en Europa. Con la excusa de la crisis de Ucrania y coincidiendo con la retirada de Afganistán vuelven a sonar las voces, desde Bruselas sobre todo, que llaman a una nueva oleada armamentista. Ha sido siempre el argumento de la inseguridad el que ha fomentado los intereses de las empresas y los lobbies armamentísticos y parece que la crisis de Crimea ha aumentado la inseguridad de Europa. Ahora bien, ¿alguien cree realmente que un mayor nivel de armamento va a servir para solucionar la crisis de Ucrania? ¿No se dan cuenta que el nivel del armamento ya es excesivo y que incluye miles de armas nucleares que no han servido para disuadir a Rusia de conseguir sus objetivos de anexionarse a Crimea? Sí que se dan cuenta, claro. A más armamento mayor inseguridad.

Ha sido siempre el argumento de la inseguridad el que ha fomentado los intereses de las empresas y los lobbies armamentísticos y parece que la crisis de Crimea ha aumentado la inseguridad de Europa

Estoy en contra del armamentismo. Con la crisis en la que estamos, con niveles de pobreza crecientes, incluida la infantil, ¿vamos a gastarnos más dinero en armas para satisfacer a los funcionarios de la OTAN? Así parecen indicarlo las palabras de Obama en la reciente cumbre Unión Europea- Estados Unidos conforme a las que, como ha ocurrido desde hace decenas de años, el representante de este país reclamaba más gasto militar - “esfuerzo presupuestario” (sic)-  a los aliados europeos, o sea: “Compren ustedes más armas”. Ya sabemos que es un foro donde se aprecia este discurso, naturalmente, y Obama se habrá dejado llevar por las circunstancias. Además es curioso que cuando se habla del armamentismo ruso se califica de “esfuerzo militarista” mientras que cuando es el de la OTAN se trata de un “esfuerzo en defensa”.  

Cuando se habla del armamentismo ruso se califica de “esfuerzo militarista” mientras que cuando es el de la OTAN se trata de un “esfuerzo en defensa”

No tiene ningún sentido gastar más en armamento que no se va a utilizar ni es deseable que se utilice. La visión del multimillonario portaaviones príncipe de Asturias convertido en chatarra en el puerto de El Ferrol debería hacernos reflexionar. Con el falso argumento de la disuasión ya se llevó a límites irracionales el gasto armamentista durante la guerra fría y la “nueva guerra fría” que parece implicar la actitud de Rusia en el este de Europa debe llevar a mejorar los instrumentos diplomáticos y los económicos de presión, no a dilapidar el dinero en las actuales circunstancias. Ahora lo que es necesario es cubrir necesidades sociales inaplazables, como se demuestra con las recientes manifestaciones en España; manifestaciones que no son inútiles  “protestas callejeras” como se las ha calificado para minimizarlas sino la sentida expresión mediante el derecho de manifestación  de un malestar ya muy fuerte por la violencia estructural en la que estan inmersos nuestros sistemas. Más gasto militar sólo conduce a intensificar esta violencia estructural, aunque las armas no se utilicen.

Julio Vives