Comienza otro año duro
El Gobierno hizo balance. A mi modo de ver bastante cercano a la realidad y anuncia para 2013 nuevas y decisivas medidas encaminadas a modernizar la economía española y sus estructuras. La duda es si serán suficientes para encaminarnos hacia la recuperación en un contexto internacional de muchas y nuevas dificultades. Como decía hace unos días Manuel Pizarro, las cosas no se enderezarán mientras haya tres millones de inmuebles que ni se compran ni se venden. Y la cosa se antoja difícil cuando nos encaminamos hacia los 6 millones de parados y a meses de recesión. En este sentido, parece interesante el fin del saneamiento del sistema financiero y esas fórmulas que se atisban auspiciadas por De Guindos y que agilizarán la financiación de Pymes y autónomos.
Hay que tener en cuenta que de nuevo las Administraciones Públicas deben unos 12.000 millones de euros a los proveedores. Otra nueva pelota de deuda que habrá que solucionar si no se quiere echar por tierra lo que se consiguió con la que sin duda fue una de las mejores medidas adoptada por el Gobierno y que fue la operación de pago a proveedores por casi 30.000 millones.
Las Administraciones Públicas deben unos 12.000 millones de euros a los proveedores
Ahora nos vamos a enfrentar a la auténtica línea roja que apuntale o no la credibilidad de la economía española: la consecución del objetivo de déficit. Va a estar ajustado, esto ya está descontado, pero en todo caso sería un triunfo que un país en un año sea capaz de reducir su agujero en casi 30.000 millones. Sí será suficiente para mantener la confianza de los prestamistas lo iremos viendo. De momento, el fantasma del rescate, que tantas veces estuvo tan cerca, puede que se aleje. Los vencimientos son muchísimos y las exigencias han bajado pero no lo suficiente. Y si no se logra, si los tipos que tenemos que pagar siguen superando el 5 por ciento no quedará dinero para políticas de apoyo a emprendedores que generen actividad y empleo. La exportación y la balanza exterior irán bien, pero no serán suficientes para crecer. El año está lleno de incógnitas. Como dijo Rajoy será duro y habrá que seguir adoptando medidas con el claro objetivo de reducir el endeudamiento y su coste para poder afrontar políticas de impulso de la actividad.
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