Bienvenidos a la casta

La irrupción en la política española del partido político Podemos, ha creado un terremoto político. No hay tertulia de amigos, de los medios de comunicación o en los círculos políticos, judiciales, militares o de cualquier otro segmento de la sociedad española, donde no salga de alguna forma a colación el fenómeno Podemos.

La irrupción de este nuevo partido político, provenientes la mayoría de sus integrantes del 15-M y de sus algaradas, sorprendió en las últimas elecciones europeas. Hay que reconocer que casi sin medios económicos y utilizando asambleas ciudadanas, las redes sociales y las comparecencias de su líder, Pablo Iglesias en determinadas tertulias de televisiones privadas, obtuvo un éxito sin precedentes. No sólo sorprendió a los más prestigiosos analistas políticos de este país, sino también a los propios dirigentes del recién creado partido político al conseguir cinco escaños en el Parlamento Europeo.

 Unos planteamientos populistas y demagogos imposibles de cumplir por ningún mandatario

Uno de mis compañeros del Parlamento Europeo me calificaba a los actuales diputados de Podemos como personas bien preparadas intelectual y políticamente. A los que les gusta la política, que saben de política, pero con unos planteamientos populistas y demagogos imposibles de cumplir por ningún mandatario.

Los nuevos dirigentes de Podemos han llegado según ellos para quedarse. Ellos se quedan para dar a los pobres lo que quiten a los ricos, para que la oligarquía desaparezca, de la misma manera que desaparezcan los colegios privados y concertados, la sanidad privada, y todo lo que acabe en privado para que pase todo a ser público y estatal.

Son los liberadores de las cadenas de opresión, los puros e inmaculados, los que luchan contra la corrupción y la opresión de los más poderosos, en definitiva, los que van a salvar al pueblo liberándolo de sus desgracias. Ellos darán verdaderas dosis de democracia asamblearia al son de ese estribillo revolucionario latinoamericano de "El pueblo unido jamás será vencido". Saltando al ruedo a limpiar de corruptos y de amiguismos a la política española y a los tradicionales partidos políticos de nuestro país.

Pero Podemos también ha saltado al ruedo político, porque para jugar en la política española hay que formar partidos políticos. No es lo que más gracia les haga porque preferirían sus modelos marxistas leninistas donde no caben los partidos políticos como en Cuba o Corea del Norte, o el modelo venezolano de falsa democracia que consiste en machacar y encarcelar a todo opositor de las teorias bolivarianas. Pero como no tenían más remedio, y así es la democracia plural y libre, que le vamos a hacer, el Señor Pablo Iglesias convocó su congreso para ejercer de caudillo al mejor estilo estalinista y tras vencer en dicho congreso, cargarse a todos sus compañeros que le hacían sombra y le incomodaban en el manejo de sus funciones.

Pero los primeros compases de Podemos en su nueva andadura como partido político no sólo se quedaron en el autoritarismo del guía espiritual, sino que a las primeras de cambio ya les ha saltado el primer escándalo. El número tres de su formación, el señor Iñigo Errejón, ese mismo que da lecciones de moral y de integridad en las diferentes tertulias de diversos medios de comunicación, estaba cobrando casi dos mil euros de dinero público de la Universidad de Málaga por un proyecto de investigación a tiempo completo por hacer absolutamente nada. Pero faltaría más, dicho proyecto le había sido encargado y avalado por otro colega de Podemos de dicha Universidad y así todo quedaba en casa.

Es decir, todo para el pueblo pero sin el pueblo, o dicho de otra manera, bienvenidos a la casta señores de Podemos.

Carlos Iturgaiz