Artesanía financiera

Se sigue hablando de los papeles del caso Bárcenas y a mí, qué quieren que les diga, me parece algo antiguo y pasado de moda. No lo digo porque no deba ser de actualidad, que lo es y será mientras el tema no se clarifique, es por esos papeles amarillos, fotocopias obsoletas, letra puntiaguda y asientos contables que me remontan a los años en los que la informática era ciencia ficción.

Salidas parece ser que sí que había, concretamente en sobres

Eran épocas ilusionadas e ignorantes de lo que nos podía deparar el futuro. Teníamos muy claro que si eras estudiante de letras, lo mejor era estudiar Derecho y posteriormente, si había suerte, aprobar una oposición. Si estudiabas Filosofía y Letras era conveniente mantener cierta austeridad durante toda la vida. Ahora bien, si estudiabas Políticas directamente te podían desheredar.

Si aquellas personas que daban tan bienintencionados consejos levantasen la cabeza y pudiéramos mostrarles el saldo de la cuenta suiza de un señor que se ha dedicado toda su vida a la política, les hubiera dado un nuevo pasmo definitivo, ya que ellos aseguraban que eso de las Ciencias Políticas no tenía "salidas". Bueno, pues salidas parece ser que sí que había y hay, aunque sean de otro estilo, concretamente en sobres. Las entradas (no conviene olvidarse de ellas) también son cuantiosas. Así que los profetas se equivocaron de nuevo. De acuerdo que eran otros tiempos y otras "ciencias", pero el asunto tiene esta moraleja.

Claro que estos profetas tampoco estuvieron muy finos al menospreciar en su día a la mecanografía, sin prever que nos íbamos a pasar la vida entera delante de un teclado utilizando solo dos dedos.

Empezaré a pensar que todo lo que sale de la calle Génova es algo "vintage"

Pero volviendo al asunto de los que a partir de ahora llamaré los Papiros Bárcenas, estos dejan meridianamente claro que en este sórdido tema no cabe hablar de ingeniería financiera. Más bien los podemos presentar como un ejercicio de artesanía financiera. Artesanía pulcra, diáfana, laboriosa y minuciosa que espero hayan sido escritas con manguitos e incluso con visera y lápiz en la oreja, para dales más valor, tradición, tremendismo y oscurantismo.

Por todo ello, servidor que no es que ya peine canas, más bien solo peina canas, tiene cierta ternura al comprobar estos puntillosos "asientos contables" que certifican los movimientos de las finanzas de un partido político que tiene el encargo, entre otras cosas, de sacarnos de la crisis, disminuir el déficit y en especial luchar contra el paro. Lo cual, aparte de nostalgia también me provoca preocupación e incluso alarma.

Espero que se hayan modernizado un poquito o empezaré a pensar que todo lo que sale de la calle Génova es algo "vintage".

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Paco Fochs