viernes, abril 19, 2024
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Historias de mi vida liberal: partitocracia y democracia

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Bernardo Rabassa
Bernardo Rabassa
Librepensador. Maestro Nacional. Licenciado y Doctor en Filosofía y Letras y Diplomado en Psicología Industrial por la Universidad Complutense de Madrid.

Hace ya tiempo leí el libro de Trevijano, titulado “Ante la Gran Mentira”, en el que la tesis era explicar como catedrático que la única democracia que era completa en el mundo era la de los USA, porque elegían directamente al presidente, podían echarle “impeachment”, no había partidos estructurados como tales, es decir, con sedes y empleados políticos a sueldo, sino que para cada Campaña y para cada elección se organizaban los partidarios, valga la redundancia, del candidato y recogían dinero  para la publicidad, montaban actos para que se conocieran los candidatos, ya fueran al Senado, al Congreso, Gobernadores, etc. Y todo se financiaba con dinero privado, con lo que la política en esa faceta electoral no le costaba nada al Estado Americano, Primarias, caucus, cenas con el futuro presidente, a 5.000 dólares el cubierto, cualquier medio lícito vale para recaudar dinero, siempre “blanco”, es decir, bajo control fiscal, además muy riguroso, en los USA, como evadas, vas a la cárcel.

Por ese camino metieron en la cárcel a Al Capone, y aunque parezca no venir a cuento, a un amigo mío, médico, y compañero de antiguos estudios, candidato al Nobel de Medicina, por cobrar a través de una Fundación, fue imputado y condenado, y probablemente jamás será Nobel, aún mereciéndolo.

Me preguntaba por qué, en España, además de hacer lo contrario que hacen los demás, no podíamos adoptar un sistema como este, que aligerase los costes y evitara la corrupción inherente a la financiación ilegal de los Partidos Políticos. Recordando que cuando éramos ilegales, hasta 1976, había que recurrir a fundaciones extranjeras, relacionadas con los partidarios del mismo signo, sobre todo alemanes, para obtener dinero, camuflado de Cursos de Formación, algo parecido a lo del FORCEM, ya que nadie quería rascarse el bolsillo, y las cuotas eran absolutamente insuficientes.

Al organizarse algo más la cosa, y legalizar los Partidos, en las primeras elecciones de 1977, no se resolvió el problema de la financiación, sino que se acudió a donaciones en dinero negro, préstamos bancarios que no se devolvían, y finalmente se estableció un sistema por el que el Estado pagaba a los Partidos en función de resultados. Han pasado 47 años y seguimos igual, cuando no peor, y una de las fuentes principales fue la recalificación de terrenos, a nivel local, o las obras públicas, a nivel nacional o autonómico, donde se ha pagado, por lo general, la “tangente“ de los italianos, por los grandes constructores o concesionarios, by the way, parte de ese dinero iba al bolsillo del político de turno. Tenemos uno, bien famoso, el que se le calcula una fortuna superior a los 2.000 millones de euros.

De otra parte, los Partidos fueron por si mismos, creando una carrera, eso si, sin oposiciones ni estudios especiales, algunos políticos no son ni bachilleres, y su única condición es la inquebrantable adhesión al líder, en cualquiera de las escalas, y así tragando, tragando, hasta llegar, a veces por casualidad, a la cumbre, con lo que el líder, teóricamente elegido democráticamente era el dueño del partido, más que si fuera su propia empresa, y encima sin ningún tipo de responsabilidad, tanto en el partido como en el puesto político correspondiente, es decir, que si un alcalde se endeuda, como ya lo han hecho por cientos o miles de millones de euros, con dimitir y marcharse a casa, se va de rositas, pues nadie le podrá reclamar responsabilidades  que puedan dejar a sus conciudadanos en la miseria. Todo se está destruyendo ahora, que paralizado el mercado de la construcción, tienen que acudir a subir el IBI, o la tasa de basuras, o las multas, pues no pueden seguir manteniendo sus “faraónicos” proyectos, sedes, y la multitud de funcionarios paniaguados, de los que se habían rodeado, en un parkinsonismo clarísimo de la función pública.

He leído estos días el artículo de Arturo Pérez Reverte, “Esa gentuza”, refiriéndose claramente a los políticos, en donde textualmente afirma:

“Paso a menudo por la Carrera de San Jerónimo, caminando por la acera opuesta a las Cortes, y a veces coincido con la salida de los Diputados del Congreso. Hay coches oficiales con sus conductores y escoltas, periodistas dando los últimos canutazos junto a la verja, y un tropel de individuos de ambos sexos, encorbatados ellos y peripuestas ellas, saliendo del recinto con los aires que pueden ustedes imaginar. No identifico a casi ninguno, y apenas veo los telediarios, pero al pájaro se le conoce por la cagada. Van pavoneándose graves, importantes, seguros de su papel en los destinos de España, camino del coche o del restaurante donde seguirán trazando líneas maestras de la política nacional y periférica. No pocos salen arrogantes y sobrados como estrellas de la tele, con trajes a medida, zapatos caros y maneras afectadas de nuevos ricos. Oportunistas advenedizos que cada mañana se miran al espejo para comprobar que están despiertos y celebrar su buena suerte. Diputados, nada menos. Sin tener, algunos, el bachillerato, ni haber trabajado en su vida. Desconociendo lo que es madrugar para fichar a las nueve de la mañana, o buscar curro fuera de la protección del partido político al que se afiliaron sabiamente desde jovencitos. sin miedo a la cola del paro. Sin escrúpulos y sin vergüenza. Y en cada ocasión, cuando me cruzo con ese desfile insultante, con ese espectáculo de prepotencia absurda, experimento un intenso desagrado, un malestar íntimo, hecho de indignación y desprecio. No es un acto reflexivo, como digo, sólo visceral, desprovisto de razón. Un estallido de cólera interior. Las ganas de acercarme a cualquiera de ellos y ciscarme en su puta madre”.

Y aún cuando luego modera esta primera descripción, diciendo que hay  políticos honrados, termina el artículo lo hace con  un feroz critica a sus privilegios, indemnizaciones personales al cesar del 100%, pensiones vitalicias en la jubilación (máxima pensión después de 7 años, frente a los 35 de sus conciudadanos), comisiones, viajes, etc., además de dietas sin cuento, vestuarios increíbles, eso es cosa mía:Debe gastar mucho en ropa la Vicepresidenta, Mª Teresa Fernández de la Vega, pues cambia de modelito en cada telediario, o tiene una modista que se afana en su casa para reformar y cambiar sus trajes, para que no parezcan los mismos.

Como consecuencia, los Partidos se han quedado con el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial, los Ayuntamientos y Diputaciones, las Cajas de Ahorros, las Empresas Públicas y las menos públicas, pero que sirven a la Administración, en una gigantesca PIRÁMIDE de gasto, del que me he querido enterar, leyendo el artículo titulado “El chollo de la casta política en España”, del periodista Daniel Montero en el periodico El Mundo , de su libro titulado “La Casta”. Resumo sobre todo aquello que no implica a ninguna personalidad política concreta:

“Tal es el descontrol que en España no hay ni una sola institución que conozca cuántos políticos cobran del Estado. Un español tiene una pensión máxima de 32.000 euros anuales, pero los políticos tienen derecho a pensiones vitalicias muy superiores. 74.000 en el caso de los primeros espadas de La Casta. Además estas pensiones no son incompatibles con otros sueldos de la Administración o con otras actividades económicas. Un diputado o senador tiene que estar sólo siete años en el cargo para optar a la pensión máxima (32.000 euros), mientras que un trabajador autónomo o por cuenta ajena necesita 35 años cotizados. La retención de las nóminas de diputados y senadores es sólo del 4’5%. ¿Sabía usted que paga de su bolsillo las multas que la DGT impone a los políticos? ¿Y que además las paga con recargo? Viajes innecesarios? Una comisión del Congreso pide permiso para que 60 diputados viajen cuatro días a Canarias a estudiar el cultivo del plátano. Zapatero es el único presidente de la UE que carga sus gastos vacacionales a los presupuestos estatales. Viaja con 100 personas durante tres semanas”

ABSENTISMO: no existen datos oficiales sobre la falta al trabajo de los políticos o al menos no se han hecho públicos.

AVIONES: los diputados pueden utilizar a su antojo con cargo a las arcas del Estado aviones, trenes o barcos. Disponen de 5.000.000 de euros al año para viajes. Piénsese en el Falcon de Pedro Sánchez.

CARGOS: hay 8.112 alcaldes, 65.896 concejales, 1.206 parlamentarios autonómicos, 1.031 diputados provinciales, 650 diputados y senadores, 139 responsables de Cabildos y Consejeros Insulares, y 13 Consejeros del Valle de Arán, por si lo necesitan.

CASTIGO: nunca se ha sancionado a ningún miembro de La Casta por incumplir el Código del Buen Gobierno, que se supone que controla las buenas prácticas del Ejecutivo.

COCHES: el lujo de muchos dirigentes autonómicos les lleva a sentar sus posaderas en automóviles de más de 100.000euros. Gallardón, el alcalde de Madrid, se movía en un Audi A8 de 591.624 euros. Fue contratado en arrendamiento hasta 2011, así que el alcalde gastaba 150.000 euros al año del bolsillo de sus ciudadanos para moverse por la ciudad y alrededores. Catorce de los 17 presidentes autonómicos usan Audi. El valenciano Francisco Camps tenía varios a su disposición (esa Comunidad disponía en 2009 de 200 vehículos para sus altos cargos, la mayoría de ellos Volvo S80, de 40.000 euros), lo mismo que sucedía con Chaves en Andalucía, cuyo Gobierno contaba con 234 coches oficiales.

DESPILFARRO: el Congreso gasta cada año 160.000 euros en regalos navideños. 11.000 cargos públicos reciben obsequios por esas fechas, un gasto que suma al año 2.200.000 euros.

DEUDAS: cada español debe a los bancos 566 euros por la deuda de los ayuntamientos.

DESCONTROL: es tal en la administración de fondos públicos que en España no hay ni una sola institución que conozca cuántos políticos cobran del Estado.

DIETAS: los parlamentarios que no viven en Madrid, reciben, además del sueldo, otros 1.823 euros al mes por sus supuestos gastos de manutención y alojamiento. Los locales, 870 para gastos, libre de impuestos. La suma de esto sencillos complementos supera el sueldo de 12 millones de ciudadanos. Además, cobran 150 euros cada día si salen al extranjero, y 120 si viajan por el país.

FUNDACIONES: 52 políticos nacionales ocupan cargos en 74 fundaciones distintas: 31 por el PSOE, 28 por el PP y 4 por el resto.

HACIENDA: la retención de las nóminas de los diputados y senadores es sólo del 4’5%.

HORAS EXTRAS: en 2008 el Gobierno de La Rioja pagó 200.000 euros extras a sus conductores. Realizaron 870.182 kilómetros, unos 2.300 al día, lo suficiente para cruzar tres veces España de este a oeste. Un gasto curioso ya que es la comunidad más pequeña del país y que su población es inferior a la de cualquier ciudad dormitorio de Madrid. El uso de coches oficiales para asuntos particulares es una práctica tan común como soterrada.

IMPUESTOS: un ciudadano, por ejemplo, de Madrid, sustenta con sus impuestos el salario de 27 concejales, 120 parlamentarios de la Asamblea madrileña, 264 senadores, 350 diputados nacionales y 54 del Parlamento Europeo. En total, 815 cargos electos con un sueldo base que supera los 3.000 euros. Y sin contar los puestos de confianza que arrastra cada uno.

Mariscadas: no hay límite legal para las comidas de representación, o móviles. Los sacaban cuentas con 1’7 millones de euros al año para gastos de teléfono. Especialmente los Sindicatos.

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NÓMINAS: los sueldos de los políticos electos (80.000 miembros de La Casta, que llenarían un estadio como el del Real Madrid) cuestan a los ciudadanos unos 720 millones de euros al año, más que el presupuesto anual de toda la red ferroviaria, tres veces superior al dinero dedicado a ciudad el patrimonio nacional y 60 veces más que lo que gasta el país en salud bucodental para jóvenes.

OCULTISMO: no hay datos oficiales sobre el número de políticos que cobran del Estado. El alcalde de Barcelona, el mejor pagado del país, tenía un salario de 177.398 euros brutos anuales en 2009. Más que un ministro, que se lleva a casa 74.000 al año.

Eso, y además los negocios que llevan y los que no, lo mismo ocurre con los regalos que no están regulados.

SECRETOS: el oscurantismo sobre los gastos llega al absurdo. El Parlamento Europeo cuenta con una Oficina de Lucha Contra el Fraude (OLAF, por sus siglas en inglés). Sin embargo, sus informes son confidenciales y su contenido completo solo es conocido por los parlamentarios. Los votantes pueden sabes de las buenas acciones de los políticos, pero sólo La Casta conoce datos sobre el fraude.

SIN LÍMITES: cada parlamento autonómico, diputación o ayuntamiento fija el sueldo de sus cargos electos, sin límite ni baremo alguno.

Taxis, vacaciones, etc., más los familiares que han ido enchufando en la Administración, el Presidente Montilla cuando estaba en el poder, tuvo a su esposa con 17 cargos diversos.

¿Cómo no va a ser así si son los dueños del país? ¿Y qué tendrá que ver la Partitocracia con la Democracia? Y además, no contentos con eso, censuran los artículos en las grandes cadenas nacionales (prensa, radio y televisión) que se atreven a denunciar la situación.

Cuando yo en 1977 era Presidente del Comité de Organización del Centro Democrático (luego UCD) y candidato nº 1 en la provincia de Alicante, no se me ocurrió otra idea que renunciar al escaño para ocuparme de mi empresa. A estas alturas, y visto lo visto, creo que me equivoqué, pues a mi trabajo, propio de la “hormiga atómica”, para ganarme la vida, no le ha correspondido, en similar proporción, los ingresos, pues sin ningún rubor debo reconocer que he trabajado por 100 políticos, y encima empeñado en luchar por el liberalismo, desde cargos todos honoríficos, no he logrado ingresar un euro por 55 años de dedicación a la aventura liberal. De todas maneras, sigo, ¿qué tendrá la política que nunca uno pierde la afición ni el gusanillo? Y también hay que decir que hay políticos honrados que  demuestran que cambiando las políticas económicas del Gobierno Sánchez que nos están llevando a la ruina, podrían  apretándose el cinturón y bajando los impuestos reactivar la economía y el consumo, lo  que me dejo la esperanza que quizás desde el Partido Popular pudiera hacerse el cambio de la actual partitocracia a una Democracia plena como la que todos deseamos y yo propugno si es necesario provocando la revolución de la Sociedad Civil contra el desastre en el que vivimos actualmente.

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