sábado, abril 20, 2024
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Los insultos de Odón Elorza

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El pasado 24 de febrero de 2017, Odón Elorza publicaba una tribuna abierta en la que nos acusaba a Guillermo Fernández Vara, a Javier Lambán, a Abel Caballero, a Emiliano García-Page y a mí mismo, Antonio Miguel Carmona, de actuar como una derecha rancia (sic).

Los socialistas nos adentramos en un proceso de Primarias y debemos demostrar que somos capaces de tener diferencias entre nosotros sin necesidad de insultos, ofensas o falsedades. Y menos el recurso de los frágiles de poner el izquierdómetro a cada instante para justificar sus propios cambios.
Tuve que leer varias veces el artículo de Elorza porque no daba crédito al hecho de que un socialista pudiera verter semejantes insultos a otros compañeros. Esperé prudentemente varias horas confiando en recibir unas disculpas de Odón, una llamada, un tweet, algo. Pensaba que sólo presa del nerviosismo podría haber cruzado semejantes líneas rojas.

No daba crédito a que, un compañero admirado por mí, un excelente alcalde, hubiera cometido un error tan escasamente socialista, tan poco democrático, tan escaso del estilo que siempre le ha caracterizado.

El fondo del artículo de Odón Elorza era peor porque deliberadamente faltaba a la verdad arrogándose ser él, y sólo él, la izquierda del partido. Por mi parte, por cierto, yo no he llamado nunca «rojo» a Pedro Sánchez, nada más lejos de la realidad, ¡cómo se me va a ocurrir semejante adjetivo!. Simplemente me parece incoherente defender unos meses antes que España es la única nación en España y meses después hablar de una España plurinacional; o pactar con Ciudadanos hace también unos meses y ahora proponer una alianza con Podemos. Ése fue mi pecado para llamarme, llamarnos a los cuatro… ¡derecha rancia!

«No creo que nadie me pueda dar lecciones de izquierda y menos desde el insulto como lenguaje y la ofensa como argumento»

No puedo más que reconocer que los insultos de Odón Elorza provocaron que se me cayera el personaje. No creo que nadie me pueda dar lecciones de izquierda y menos desde el insulto como lenguaje y la ofensa como argumento. Y mucho menos a los compañeros Vara, Lambán, Caballero o Page, cuya gestión demuestra a diario su defensa de los valores socialistas y las políticas socialdemócratas.

Mi respuesta no pudo ser más explícita: puse un tweet diciendo «No contesto insultos Odón Elorza». Y le recordé al compañero, sin ánimo de criticárselo, el hecho de que incluso él llegó a acuerdos tras las elecciones municipales de 1991, no sólo con el PP, sino también con el PNV, las dos derechas, para llegar a ser alcalde y en una situación ciertamente excepcional. Hacer memoria no es un gesto de resignación, sino de esperanza.

Preguntado por diferentes medios de comunicación, televisiones y radios, al hilo de los insultos de Odón a nosotros cuatro, mi comentario no ha sido más que el siguiente: “Odón es un excelente compañero, un gran alcalde y un buen socialista” (La Sexta el lunes a las 12:45 aproximadamente y Telemadrid el martes a las 12:50 horas). Para muchos la política no es el arte de ganar sino de hacer perder al otro. No es mi caso.

Esta situación, lejos de calmar al compañero Elorza, ya resuelto en seguir errando, insiste en ofenderme a pesar de que reconoce que necesitó los votos de los dos derechas para gobernar San Sebastián (cuestión que, insisto, no critico), se aprovecha de una errata en las fechas y se revuelve, parece, contra todo aquel que no piensa como él.

Es tiempo de poner freno a esta agresividad cuyo principal exponente fueron los insultos que recibió la compañera Soraya Rodríguez en Valladolid. Una agresividad que no nos conduce a los socialistas a nada y de la que algunos compañeros tienen que despojarse cuanto antes para que el proceso de Primarias, que tantas veces hemos defendido, sea limpio y no abrupto. Sirva este artículo para volver a la cordura entre los unos y los otros.

Los problemas nunca se acaban, pero las soluciones tampoco. Mientras tanto, pondré un paréntesis a los insultos de Odón Elorza, fruto sin duda del nerviosismo, y trataré de seguir pensando que fue un excelente alcalde, que es un gran compañero y que es un gran socialista.

Antonio Miguel Carmona es concejal del Ayuntamiento de Madrid

Antonio Miguel Carmona

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