Esto es un olivarero de Jaén que ha instalado en pleno campo un motor de gasoil de los tiempos del Plan Badajoz. Es un engendro ruidoso, humeante, sucio, que tira grasa y gasoil por todos lados. Pero es que tiene que regar sus olivas, algo sacrosanto. Y no pasa nada, pues lleva así varios años molestando a vecinos y contaminando a discreción. Y esto en pleno Parque Natural de las Sierras de Segura, Cazorla y Las Villas.
Se pone este hecho agresivo con la naturaleza en conocimiento de la Agencia Andaluza de Medio Ambiente en Jaén, por correo administrativo y certificado, pero no sirve para nada. Sólo un clamoroso silencio administrativo. El caso es un buen test de cómo (no) funcionan algunos servicios de la Agencia.
Este mismo hecho, comunicado por teléfono al Seprona, el servicio de la Guardia Civil para la protección de la naturaleza, ha generado una respuesta inmediata y una inspección ocular en menos de veinticuatro horas.
En el AMA no deben estar muy motivados para atender a pesados, molestos y demás ecologistas. La naturaleza para los políticos españoles es un tema más que secundario, un mero adjetivo, y si hacen algo es obligados por la Comisión Europea y por la negra honrilla (hoy llamada 'imagen'). Pero es frustrante y se tiene la impresión de que los ciudadanos no contamos para nada, es decir, que nos tratan como si fuéramos súbditos. Y tienen razón pues el concepto de ciudadano es puramente metafísico. Parafraseando a Rick (Bogart) en Casablanca, hablando con Ugarte (Peter Lorre), «si tuvieran tiempo nos despreciarían».
También sospecho que al ser el remitente vecino en Madrid, pensarán que es uno de esos que fustigaba el delegado territorial de fomento y vivienda (cargo del PSOE), cuando vociferó, energuménico, en un mitin en las últimas elecciones locales que estaban hartos de que la Sierra de Segura «fuera el patio trasero de los señoritos de Madrid».
Yo no sé si es lo mismo en otras Comunidades Autónomas, pero en Andalucía todos los cargos medios y altos de la Junta están ocupados por militantes o simpatizantes del PSOE, lo que hace que esa administración esté muy politizada y muy sesgada en su trato con los habitantes. Están los afectos y los desafectos. Quizás esto sea una de las explicaciones para ese silencio a los pesados que ponemos en conocimiento hechos contra el medio ambiente.
Jaime-Axel Ruiz Baudrihaye