viernes, abril 19, 2024
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¿Hillary for President?

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Faltan nueve meses para la elección presidencial estadounidense. Será, como siempre, el martes siguiente al primer lunes de noviembre, el martes ocho. Ese mismo día tendrán lugar otras innumerables votaciones: se renueva un tercio del Senado, toda la Cámara de los Representantes, bastantes Gobernadores de los Estados, muchas legislaturas estatales, cargos diversos como fiscales o jefes de policía y se someterán a referéndums propuestas variadas. 

En los partidos Demócrata  y Republicano tienen lugar elecciones primarias y otros procedimientos para seleccionar un candidato presidencial, pero es una Convención que se celebra en julio la que toma la decisión final. Importan los delegados comprometidos con cada candidato pero los hay también que no lo están con nadie. Puede ocurrir, incluso, que la Convención elija algún tercero en discordia. Esas primarias, en Estados y otros territorios, se iniciaron en febrero y continuarán hasta junio.

Clinton es una mujer polémica por ambiciosa y creer en la igualdad de género

Donald Trump encabeza el recuento de delegados y obtendrá la nominación si la plana mayor republicana no consigue descartarle. Temen que con él, xenófobo, aislacionista, machista y maleducado, no puedan recuperar la Casa Blanca. El Senador Ted Cruz, que va a la zaga, celebrado en España por su origen hispano y bastante conservador, carece del gancho mediático populista del magnate que tras humillar a sus rivales republicanos bien sería capaz de montar, si le descabalgan, su propia intentona presidencial sabiendo que probablemente se hundiría con el candidato oficial republicano. John Kasich, Gobernador de Ohio está muy atrás en esta carrera.

El Senador Bernie Sanders, que en breve visitará al Papa, ha conseguido un gran éxito entre los demócratas posicionándose como «socialista», un anatema en los EEUU, haciéndose popular entre jóvenes y descontentos, pero Hillary Clinton tiene, por ahora, comprometidos bastantes más delegados. Parece tener, al nivel nacional, más apoyo que sus rivales en la base social que aupó y mantuvo a Obama en la Presidencia: aquellos con estudios universitarios, minorías, hispanos, jóvenes y mujeres, especialmente tras insultar Trump a la esposa de Cruz y que pidiera sancionar a aquellas que quieran abortar, aunque luego se desdijera.

Clinton es una mujer polémica por ambiciosa y creer en la igualdad de género. Tiene credenciales progresistas y mucha experiencia política. Fue Senadora por Nueva York y Secretaria de Estado con Obama, a lo que se une la experiencia política absorbida como cónyuge de Bill Clinton, Gobernador de Arkansas y, luego, Presidente de los EEUU. Hillary siempre ha sido una mujer con convicciones firmes y declaradas. Está más al centro del espectro político que Sanders y, evidentemente, que Trump y Cruz. Clinton tiene más credenciales internacionales que todos ellos, algo interesante para los ciudadanos del mundo que acaban viéndose afectados por los EEUU sin votar a su Presidente.

Trump ha demostrado con su aislacionismo que no tiene ni patatera idea de un mundo global y complicado que él cree poder resolver proporcionando armas nucleares a Japón o Corea del Sur además de pretender construir un “Muro de Berlín” entre EEUU y México e impedir que los musulmanes entren en los EEUU. ¿Vendría luego una caza interna como en la Alemania nazi con los judíos? Trump debiera ser rechazado por una mayoría sensata de americanos sin perjuicio del lamentable fervor que ha despertado entre muchos votantes republicanos, algo preocupante.

Clinton, o en su caso Sanders, necesitarán impulsar la elección de muchos candidatos demócratas 

Trump y Clinton encabezan victorias en elecciones primarias y otras modalidades de selección de delegados así como el recuento de estos últimos. El próximo 19 de abril tendrán lugar las primarias de Nueva York, con California el Estado más importante. Los principales candidatos están vinculados con Nueva York: Sanders nació y creció allí, Clinton fue Senadora ocho años por ese Estado, Trump la domina inmobiliariamente y Cruz despreció “los valores de Nueva York”…. Los sondeos favorecen a Trump y Clinton pero nada está escrito. Ganar o perder en Nueva York será importante para cualquiera de los dos.

Si siguen al frente en sus respectivos partidos, lo que podría alterar el panorama sería en el caso de Trump cualquier tropiezo que facilitase alguna maniobra en la Convención de Julio para eliminarle y, en el de Clinton, la investigación del FBI sobre el servidor de correos electrónicos privado que Clinton utilizó, al parecer indebidamente, siendo Secretaria de Estado y lo declarado al respecto por ella y sus colaboradores. Si ello acabase en una imputación, Sanders, que ahora ataca a Clinton sin guantes blancos, tendría el camino libre.

Clinton, o en su caso Sanders, necesitarán impulsar la elección de muchos candidatos demócratas al Senado y a la Cámara de Representantes para poder aplicar su política si logran la Casa Blanca y afianzar la de Obama que prefiere a Hillary para preservar su legado. Si estas Cámaras las controlasen los republicanos, lo tendrían difícil pero no sería la primera vez que ocurra y en el pasado Presidentes de ambos partidos en minoría han conseguido proyectar sus políticas.

 

Carlos Miranda

Embajador de España

Carlos Miranda

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