viernes, abril 19, 2024
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La Semana Santa todo lo aplaza

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Estamos de vacaciones, a pesar de todo y de la tristeza de Bruselas; del Sábado de Gloria al Lunes de Pascua en España se aplaza todo. Entramos en el limbo. Aunque legalmente sólo haya dos días festivos, como con un efecto acordeón, se extienden unas lindas vacaciones de diez días. Eso ya sucede en otras fechas en que España echa el cierre, como entre el seis de diciembre y el seis de enero, y en agosto. Pero es que encima la Semana Santa ayuda a resolver conflictos, como el de la basura en Málaga, o a cambiar horarios, como en el pueblecito de Tobarra (Albacete) para que pueda salir una procesión según la tradición, incluso para posponer citas médicas, dentistas, comparecencias judiciales, dialogar sobre posibles acuerdos de gobierno, tomar medidas de ámbito europeo, y un largo etcétera. Todo queda para después del día 28. Porque, según un diario de Madrid, “Las calles de Madrid se embriagan de fervor cofrade”, y no vamos a interrumpir el fervor cofrade con menudencias.

La Semana Santa es sobre todo un jolgorio

Este es un tema muy serio, gravísimo e inmutable. Es el calendario laboral y sindical. En España nos damos los respiros necesarios para no sofocarnos con tanto trabajo, aunque esté en paro el 20%. Bueno, los franceses también vacan, pero lo disimulan más: la Toussaint, Noël, la semana blanca, Pâques, Pentecostés, y el 14 de julio, que no puede faltar. Unas son las cifras oficiales trabajadas, otra la realidad.

Nuestro país, aunque ya alejado de la religión, secularizado y laico, mantiene muy sindicalmente todas y cada una de las fiestas religiosas, incluidas patronos y vírgenes varias. Cambiar los letreros de las calles es como un juego comparado con el intento, si se diera, de suprimir el Jueves Santo o la Inmaculada Concepción. Pero ni al más terrible comecuras de la izquierda alternativa se le ocurriría.

La Semana Santa es sobre todo un jolgorio. De la Pasión y el Evangelio queda poco. Es utilizada más como reclamo turístico, como lo prueba el anuncio de Toledo, con fotos tapas y el lema “degusta Toledo”. La noticia es si habrá animación y si hará sol o se podrá ir a la playa. En el fondo, volvemos a los ritos paganos de la primavera, por muy disfrazados de turismo ritual que se hayan recubierto y aunque la primavera dude en llegar, que todo se atrasa.

Jaime-Axel Ruiz Baudrihaye

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