jueves, abril 25, 2024
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Una buena noticia para el mar Mediterráneo

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Si bien hace unas semanas lamentábamos que el mar Mediterráneo se estuviera convirtiendo en un sitio crecientemente ruidoso a causa de la contaminación acústica submarina producida principalmente por las actividades de exploración y explotación de hidrocarburos de las compañías petroleras, por las maniobras militares y por la navegación marítima, hoy, por el contrario, podemos celebrar que se están produciendo avances concretos para proteger el Corredor de Migración de Cetáceos que existe en el área marina localizada entre las costas de las Islas Baleares, Cataluña y la Comunidad Valenciana, como Zona de Especial Protección de Importancia para el Mediterráneo (ZEPIM), figura auspiciada por el Convenio de Barcelona.

Hay que felicitarse por este hecho, fruto de las demandas de la Alianza Mar Blava y del Gobierno Balear al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA), demanda que ha sido apoyada recientemente por el pleno del Parlament balear, el cual ha aprobado, de forma unánime, una Declaración Institucional instando al Gobierno español a proteger el Corredor de Migración de Cetáceos de la demarcación marina levantino-balear como ZEPIM, así como a aplicar de forma inmediata un régimen preventivo de protección en este área y medidas de reducción del ruido submarino.

Esta Declaración Institucional del Parlament balear surge de una propuesta promovida por la Alianza Mar Blava ante esta institución y ahora, tras su aprobación en ésta sede, la misma iniciativa se va a tramitar en todos los Consells insulares y en numerosos Ayuntamientos de las Islas Baleares, para transmitir al MAGRAMA el enorme respaldo institucional y social existente a favor de esta figura de protección.

Pues bien, en sintonía con todo lo anterior, el pasado 11 de febrero, durante la 19ª Conferencia de las Partes del Convenio de Barcelona, en Atenas, el MAGRAMA emitió una nota de prensa en la que destacaba el inicio de los trámites oficiales por parte del Gobierno español para la declaración del Corredor de Migración de Cetáceos del Mediterráneo como ZEPIM.

El Convenio de Barcelona es un foro internacional en el marco de Naciones Unidas cuyo objetivo es la protección del medio ambiente Mediterráneo y su zona costera y promover el desarrollo sostenible. Son Partes Contratantes todos los países costeros del Mediterráneo y la Unión Europea. El mandato establecido por el Centro de Actividad Regional para Áreas Especialmente Protegidas del Convenio de Barcelona insta a los Estados a crear ZEPIM y a proteger y gestionar adecuadamente las áreas de especial importancia para los cetáceos, según recoge su Plan para la Conservación de Cetáceos en el mar Mediterráneo.

Tras este paso dado por el MAGRAMA, ahora lo importante es que este organismo apruebe de forma urgente mediante Real Decreto un plan de uso y gestión de este espacio en el cual se instaure un eficaz régimen de protección preventiva frente a todo tipo de actividades que pudieran poner en riesgo los valores que se han decidido preservar.

La decisión de dar protección oficial como ZEPIM al Corredor de Migración de Cetáceos es un hecho relevante pues éste había sido identificado como un “punto negro” de ruido submarino en el recientemente publicado estudio científico «Visión general de los puntos negros de ruido submarino en el área ACCOBAMS, Parte I – Mar Mediterráneo», promovido por ACCOBAMS [Acuerdo sobre la Conservación de los Cetáceos en el Mar Negro, el Mar Mediterráneo y la Zona Atlántica Contigua, adoptado en Mónaco el 24 de noviembre de 1996 y ratificado por España el 2 de febrero de 1999].

En efecto, este Corredor de Migración de Cetáceos se encuentra seriamente amenazado por los proyectos de prospecciones de hidrocarburos de las compañías Spectrum Geo Limited en el mar Balear y Services Petroliers Schlumberger en el golfo de León, así como por los permisos de investigación “Nordeste 1” a “Nordeste 12” solicitados por la compañía petrolera Cairn Energy en el golfo de León, cuya superficie de actuación se solapa espacialmente en gran medida con la parte norte del citado Corredor de Migración de Cetáceos. Por ello, de llevarse a cabo estos proyectos, se generaría indudablemente un impacto ambiental crítico e irreversible sobre las poblaciones de cetáceos y otras especies marinas, dado que este tipo de proyectos son la mayor fuente de ruido submarino actualmente existente.

La contaminación acústica submarina pone en riesgo la supervivencia de las poblaciones de fauna marina, especialmente las de los cetáceos, debido a la especial fisiología de éstos que dependen de un sofisticado sistema de ecolocación (biosonar) para su orientación espacial, alimentación, reproducción y cría. Esta amenaza para los cetáceos ha sido reconocida por el Gobierno español, como miembro del ACCOBAMS.

Así mismo, Naciones Unidas reconoció ya en 2005 que la contaminación acústica es una de las cinco mayores amenazas para los mamíferos marinos y una de las diez mayores amenazas para los océanos. Por ello, la ONU ha establecido la reducción y regulación de la contaminación acústica del océano como una de sus altas prioridades.

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Si bien es cierto que el inicio de la protección de este Corredor de Migración de Cetáceos es una gran noticia, no podemos dejar de lamentar que se haya tardado tanto en tomar esta decisión, pues desde hace más de 10 años existía ya un importante aval científico que la justificaba.

Así pues, diversos estudios, como el denominado “Proyecto Mediterráneo para la identificación de las Áreas de Especial Interés para la Conservación de los Cetáceos en el Mediterráneo Español”, inciden en la necesidad de proteger esta zona por concentrar gran diversidad de especies de cetáceos y por ser de especial relevancia como zona de paso migratorio del rorcual común hacia sus áreas de cría y alimentación en el norte del Mediterráneo.

El “Proyecto Mediterráneo”, es un estudio fruto del Convenio realizado en 1999 entre el Ministerio de Medio Ambiente y la Universidad de Valencia, Universidad de Barcelona y Universidad Autónoma de Madrid. El estudio fue finalizado el año 2002 y publicado en 2004. Entre sus conclusiones, propone una serie de Áreas de Especial Interés para los cetáceos en el Mediterráneo Español. Entre ellas, un área (identificada como Área 13), que se propone como ZEPIM del Convenio de Barcelona, por ser una ruta migratoria de cetáceos frente a las costas de Cataluña, Comunidad Valenciana e Islas Baleares.

El corredor de cetáceos que se propone como ZEPIM, según los estudios publicados, abarca zonas de  productividad primaria. Por lo tanto es esencial para que el rorcual común (Balaenoptera physalus) pueda dirigirse en primavera al mar de Liguria a alimentarse de krill y, después, en otoño, retornar por el mismo corredor, para dispersarse por el sureste de España y el norte de África. El mar de Liguria ha sido declarado como santuario para cetáceos («Santuario Pelagos») y es la única reserva marina internacional mundial.

En esta misma área, además del rorcual común, hay estudios que indican la presencia de otros cetáceos que no se rigen por pautas migratorias definidas, como el calderón común (Globicephala melaena), el calderón gris (Grampus griseus), el cachalote (Physeter macrocephalus), el zifio de Cuvier (Ziphius cavirostris) y los delfines mular (Tursiops truncatus) y listado (Stenella coeruleoalba), estos últimos abundantes.

Todas la especies citadas se incluyen en el Anejo II del Protocolo sobre Zonas Especialmente Protegidas y Diversidad Biológica en el Mediterráneo del Convenio de Barcelona y, también, en el Anejo IV de la Directiva 92/43/CEE «Hábitats», lo que implica que tanto las Partes contratantes del Convenio citado, como los países miembros de la Unión Europea, deben establecer medidas estrictas para velar por su protección y conservación.

Todos los datos científicos aportados anteriormente justifican y hacen recomendable la declaración como ZEPIM del Corredor de Migración Cetáceos que se propuso en el citado «Proyecto Mediterráneo», ya que éste actuaría como zona protegida para evitar impactos sobre sus poblaciones tanto las sedentarias como sobre las que migran y retornan del mar de Liguria.

Por último, recordar que la Comisión Europea ha dado apoyo explícito a esta iniciativa para la designación de una nueva ZEPIM en el corredor mediterráneo, al considerarlo “de gran importancia para la protección de las especies marinas y para avanzar hacia el cumplimiento de los compromisos internacionales en materia de protección de la biodiversidad marina», como consta expresamente en el escrito de fecha 23 de noviembre de la Dirección General de Medio Ambiente de la Comisión Europea a la Consejería de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca del Gobierno balear y en la cual la Comisión expresa su confianza en que «en línea con los resultados y propuestas del proyecto de Identificación de las áreas de especial interés para la conservación de los cetáceos en el Mediterráneo español, y a la vista de la importancia de este corredor para numerosas especies de cetáceos, España proponga próximamente su declaración como ZEPIM».

 

Carlos Bravo / Salvia

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