Los judíos esperaron siglos al Mesías y cuando llegó no supieron reconocerle, dicen los cristianos. Lleva tiempo nuestra opinión pública reclamando que los partidos se entiendan y vuelvan los consensos de la Transición. El electorado se pronunció en ese sentido el 20D. Sin embargo, el acuerdo entre Ciudadanos y el PSOE ha sido acogido a diestra y siniestra con disgusto. El PP piensa que tiene un derecho de pernada sobre Ciudadanos y le ha sentado mal que pacte con otro. En Podemos pretenden también un monopolio machista de los socialistas y dicen que se han quedado compuestos y sin novia.
Aplaudidos por muchos medios, incluso prestigiosos, que promocionan políticamente lo escabroso, PP y Podemos se han convertido en perfectos cómplices. Como “compañeros de viaje» o «aliados objetivos», el partido más a la derecha y el que está más a la izquierda reeditan la «pinza» de cuando Aznar controlaba al PP y Anguita a Izquierda Unida desde el Partido Comunista. Harían mejor en dejar de pensar en hipotéticos beneficios partidistas en unas elecciones adelantadas por las que vienen apostando desde el 20D. Sería preferible que pensaran en el conjunto del país, lo que suelen decir públicamente, aunque con la boca chica, y que permitieran la Investidura de Pedro Sánchez. Algún sondeo fiable señala que incluso entre sus respectivos electorados la opción de dejar gobernar a Sánchez es la preferida.
Felipe VI está siendo un Rey ejemplar
Si Sánchez no es investido esta semana, quedarán aún dos meses para evitar unas nuevas elecciones con un posible resultado reiterativo. ¿Podría Rajoy aprovecharlos para mantenerse en la Moncloa? ¿Qué pactos conseguiría si vota en la Investidura en contra del acuerdo entre PSOE y Ciudadanos? ¿Le apoyaría Rivera a pesar de la falta de renovación del PP, empezando por su cúpula? ¿Sugeriría Rajoy a otro/a para la Investidura, lo que sería, como con Mas, el principio de su final a cámara lenta? ¿Ofrecería el Rey formar Gobierno a Rivera? Pero, estos dos meses también serían para Sánchez una prórroga para obtener finalmente un apoyo a su acuerdo, perfectible, con Rivera.
Rajoy, declarado persona “non grata” por el Ayuntamiento de Pontevedra por ampliar allí en 60 años la concesión de una fábrica de celulosa contaminante de la ría siendo solo Presidente “en funciones” del Gobierno, estaría enfadado con el Rey por no aceptar éste su tesis de que el Monarca no debía ofrecer a nadie la formación del Gobierno.
Rajoy lo niega, pero el diario madrileño El Mundo señala a fuentes de la propia Moncloa para acreditar esa pretensión marianista, descartada por Felipe VI quien, constitucionalmente, debía ofrecer el encargo, primero, al más votado, el propio Rajoy quien lo rechazó a pesar de haber reclamado ese “derecho” desde la noche electoral y, luego, tras esa negativa, a Sánchez, segundo en escaños.
Podríamos estar ante un intento de manipulación del Soberano constitucional lo que pondría en evidencia que la derecha española no es monárquica ni republicana. Solo le interesaría poner al Rey a su servicio y haría lo mismo con un Presidente de la Republica. Más leal a la Constitución es el PSOE y notorio que sus relaciones con la Zarzuela fueron excelentes con González y Zapatero, lo que no ha sido el caso ni con Aznar ni con Rajoy.
Felipe VI está siendo un Rey ejemplar. A pesar de haber iniciado su reinado en un momento bajo de la imagen de la familia real, lo que no desmerece los buenos servicios prestados a una España democrática por Juan Carlos I, ha conseguido remontar esa percepción con su profesionalidad y respeto a la Constitución, fundamento de su posición en el vértice del Estado.
El alto el fuego en Siria ha empezado bien
Harían mejor algunos, pues, en dedicarse verdaderamente a lo suyo. Así, Rajoy, Cifuentes y Carmena debieran acabar inmediatamente con cinco bandas de okupas violentos que como mafias organizadas realquilan, según un diario madrileño, en su propio beneficio un millar de pisos que han acaparado en Madrid. ¿Cómo es eso posible? ¿Cómo hemos podido llegar hasta aquí? ¿Qué hacen estas autoridades para restablecer orden y justicia?
En cuanto a la limpieza en Madrid, al Ayuntamiento le queda muchísimo por hacer para asear las calles de la capital barnizadas, entre otras lacras, con excrementos de mascotas de dueños incívicos con la complicidad indeseada de las suelas de zapatos de inocentes viandantes, pringadas a traición. Esa limpieza corresponde al Ayuntamiento y, asimismo, a todos sus vecinos. Las calles de la ciudad son de todos, incluyendo los mobiliarios urbanos donde abusivamente se anuncia cualquier cosa sin que nadie haga nada. Carmena haría bien en recordar a diario sus obligaciones a los madrileños.
Mientras tanto, una buena noticia: el alto el fuego en Siria decretado por EEUU y Rusia ha empezado bien. Primer paso, si se mantiene, para una paz necesaria, mejor si fuese posible sin Asad, y una lucha eficaz contra el terrorismo yihadista en ese país.
Carlos Miranda
Embajador de España
Carlos Miranda