viernes, marzo 29, 2024
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A Joaquín no le va a gustar

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Diccionario de la Corrupción. Más de 500 páginas escritas por Joaquín Vidal -director de esta estrella periodística-, Eva Díaz y Francisco Castañón.

A Joaquín no le va a gustar que escriba sobre este libro, porque no es persona a la que le tiente el protagonismo sino más bien lo contrario, circula por el mundo como si no contara con un abultado curriculum  detrás que demuestra su valía profesional. Pero el tan mencionado derecho a la libertad de expresión me permite escribir sobre lo que me da la real gana, y el hecho de que la corrupción centre desde hace semanas el debate político y además se haya convertido en el elemento determinante para configurar el futuro gobierno, me da aún más alas para hablar de este diccionario que no tiene desperdicio.

Es demoledor. Porque recoge 175 casos de corrupción perfectamente explicados. 175, casi nada. Demoledor también porque un tercio de las páginas reproducen conversaciones que sacan los colores a cualquiera que las lea, aunque no tanto a quienes pronuncian determinadas frases; estamos plagados de caraduras que se niegan a reconocer la evidencia cuando esa evidencia les convierte en delincuentes de tomo y lomo. Y demoledor porque el diccionario incluye también el número de casos de corrupción que afecta a los distintos partidos… Y están todos. Todos. Excepto Podemos y Ciudadanos, que todavía no habían tocado poder cuando los tres periodistas empezaron a escribir este libro que llena de desazón, de vergüenza y de tristeza. Que demuestra que en todas partes se encuentran desalmados que aprovechan su despacho para enriquecerse o para financiar a su partido.

En todas partes se encuentran desalmados que aprovechan su despacho para enriquecerse o para financiar a su partido

Seguimos sin saber qué va a ser de nuestras vidas. Felipe González cree probable que se celebren nuevas elecciones y quizá tenga razón, pero piensa como muchos otros que si se celebraran el resultado sería más o menos el mismo que el de diciembre, así que no se solucionaría nada.  Sin embargo habría que preguntarse si efectivamente sería el mismo si  el PP y el PSOE presentaran otros candidatos. Tengo para mí que no, pero solo podría comprobarse si Sánchez y Rajoy fracasaran en sus intentos de formar gobierno y no hubiera otra salida que la disolución de las Cortes y elecciones en septiembre. Y veríamos si llegado ese caso tanto Rajoy como Sánchez darían un paso atrás después de haber conseguido tan malos resultados, provocar tanto rechazo hacia sus respectivas personas y no haber sido capaces de alcanzar los apoyos necesarios para ocupar el despacho presidencial de Moncloa.

En el entorno de Sánchez se detecta triunfalismo. En el de Rajoy, ni triunfalismo ni nada, se está a la espera de ver qué ocurre con Sánchez. Al presidente en funciones le molesta especialmente que desde Ferraz se transmita la idea de que se ha mantenido sin capacidad de iniciativa ni de diálogo desde que se celebraron las elecciones, porque ni ha estado quieto ni ha dejado de hablar con quien pensaba que debía dialogar, aunque Sánchez se ha negado a hacerlo hasta este viernes. Y le molesta también, mucho, que desde Ferraz se diga que rechazó dos veces la propuesta del Rey para ser candidato. Ya lo contamos, solo se lo propuso una vez. Y le molesta muchísimo  todavía más que se diga en determinados círculos que le dijo al Rey lo que debía hacer. El Rey, no Rajoy.  No salió descontento de su encuentro con Rivera,  la relación entre los dos es buena, pero cree que Rivera en estos momentos juega la carta de Sánchez.

En Podemos empiezan a pensar que la celebración de nuevas elecciones no les es tan favorable como hace un mes, cuando  los sondeos le iban de cine

En Podemos empiezan a pensar que la celebración de nuevas elecciones no les es tan favorable como hace un mes, cuando los sondeos le iban de cine. Ahora, la prepotencia con la que Iglesias exigió los más importantes cargos de gobierno, más los problemas serios que tiene el partido  en Madrid, Galicia, País Vasco y Cataluña, les pasa factura. Carolina Bescansa, que es una experta en análisis demoscópicos y comportamientos ciudadanos, y que ha trabajado para gente del PSOE y gente del PP en el pasado, ahora lo hace para su partido en exclusividad. Y lanza señales de alerta: cuidado con pensar que una nueva cita electoral colocaría a Podemos muy por encima del PSOE.

Pilar Cernuda

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