viernes, abril 19, 2024
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Cairn energy, una petrolera derrotada por la ciudadanía

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La reciente derrota sufrida por la petrolera escocesa Cairn Energy en aguas del Mediterráneo es un aviso para navegantes sobre la enorme fuerza que tiene una sociedad que se une y se organiza eficazmente para defender sus intereses.

En efecto, Cairn Energy se ha visto recientemente forzada a renunciar a sus planes de extraer hidrocarburos en el golfo de Valencia, en un área de gran valor ecológico localizada frente a las costas de Ibiza y Formentera y de la Comunidad de Valencia. Y esto se ha producido por el rechazo unánime, rotundo y constante que ha mostrado toda la sociedad balear en los últimos dos años a los proyectos de prospecciones petrolíferas del gigante escocés. Estas prospecciones, de haberse llevado a cabo, hubieran puesto en grave riesgo el medio ambiente, la pesca y la economía de las islas Baleares, cuyas bases descansan fuertemente en un turismo que depende de la elevada calidad paisajística y medioambiental de sus costas, de sus playas y de sus aguas. Dada la importancia de estos hechos, y su innegable trascendencia económica, la noticia ha tenido también eco en medios internacionales como The Guardian.   

Más de 128.000 alegaciones (de las cuales 117.000 proceden de Baleares) de ciudadanos contrarios al proyecto de prospecciones de Cairn Energy (que se encontraba en su primera fase: los sondeos acústicos) fueron legalmente registradas a principios de 2014 en este procedimiento administrativo, lo que constituye un récord histórico de enorme trascendencia en un proyecto de estas características. Además se presentaron decenas de alegaciones de Administraciones, instituciones, ONG, entidades del sector privado, del sector del turismo, del náutico, de cofradías de pescadores, etc., todas ellas contrarias al citado proyecto. En todas esas alegaciones se hacía hincapié en los negativos y críticos impactos medioambientales que tendría este proyecto para la fauna marina y sus hábitats, así como para las especies de interés pesquero. Hay que citar también el informe de septiembre de 2014 emitido por la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y del Mar, perteneciente al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, que desaconseja de forma contundente la realización de este proyecto por una larga serie de motivos medioambientales y por ser éste incompatible con los objetivos establecidos en la legislación de protección de la biodiversidad y los objetivos de la ley de protección del medio marino y de las estrategias marinas.

Así, ante la evidencia de que se publicaría en breve una Declaración de Impacto Ambiental negativa del proyecto y para evitar el daño que ello produciría a su imagen (y a sus valores en los mercados bursátiles), Cairn Energy tuvo que solicitar oficialmente al Ministerio de Industria, Energía y Turismo (MINETUR), a finales del pasado mes de abril, la extinción de los permisos que le fueron otorgados en 2010, por los cuales la empresa se hacía con los derechos a explotar comercialmente los yacimientos de petróleo o gas que pudiera encontrar en esa zona.

Podemos decir que este es un caso en el que la ciudadanía se ha impuesto claramente a la privatización del ecosistema por parte de la petrolera Cairn Energy, auspiciada en sus propósitos por el MINETUR, que con gran desatino dirige José Manuel Soria, amparándose en la trasnochada Ley del Sector de Hidrocarburos.

Un ministro, el Sr. Soria, que ha hecho incesantes llamamientos públicos a las empresas del sector del petróleo y del gas para que vengan a explotar nuestros recursos, sin importarle lo más mínimo los valores medioambientales ni la opinión al respecto de las comunidades autónomas y la población local. Aplicando una ley obsoleta (desarrollada por un Reglamento de 1976, previo a la Constitución), que requiere de una reforma urgente y en profundidad para eliminar su carácter promocional de la búsqueda y explotación de los hidrocarburos y transformarla en una ley que tenga en cuenta la realidad del cambio climático y que priorice los criterios medioambientales.

Creo que ya se puede afirmar que en las islas Baleares ha cuajado un gran movimiento ciudadano que no parará hasta conseguir que el Mediterráneo Occidental sea declarado Zona Libre de Prospecciones Petrolíferas.

A mediados de 2013 nació la Alianza Mar Blava, una plataforma intersectorial constituida por administraciones públicas (Consells insulares y Ayuntamientos de Ibiza y Formentera), entidades de sectores económicos potencialmente afectados como el turismo, la pesca, la agricultura o la navegación, organizaciones sociales y ecologistas, sindicatos e instituciones públicas y privadas, cuyo objetivo es parar definitivamente los proyectos de prospecciones petrolíferas en el Mediterráneo occidental, y que actualmente cuenta con más de 80 miembros.

Este movimiento empezó a tomar fuerza a partir de finales de 2013 y principios del año siguiente, cuando el proyecto de Cairn Energy fue sometido a información pública. El trabajo de la Alianza Mar Blava, sumado al de otras plataformas como Eivissa Diu No, Eivissa antipetrolífera, Marea Blava Mallorca, Balears Diu No, y de cientos de voluntarios, fue el catalizador de numerosas iniciativas y actos de protesta, de la recogida de esas más de 128.000 alegaciones ciudadanas ya citadas, de multitudinarias manifestaciones, etc.

El clamor ciudadano contra estas prospecciones motivó al Govern balear a que apoyase el rechazo a este proyecto y al resto de prospecciones petrolíferas planeadas en torno a las Islas Baleares; al igual que sucedió con todos los Consells insulares. Es el mismo caso del Parlament balear, donde se han aprobado unánimemente varias mociones en este mismo sentido, gracias al trabajo de los distintos partidos políticos.

Parece que ahora los esfuerzos de Cairn Energy y del MINETUR se van a centrar con fuerza en que salga adelante el proyecto de adquisición sísmica de Seabird Exploration en el golfo de León (en la misma zona donde, quizá no tan casualmente, Cairn Energy ha solicitado 12 permisos de investigación de hidrocarburos: áreas “Nordeste I” a “Nordeste XII”). Y no olvidemos el nefasto proyecto de sondeos acústicos de Spectrum en el mar Balear. Ambos con un enorme impacto ambiental negativo que la Alianza Mar Blava ya se ha encargado de exponer con claridad a las autoridades en sus escritos de alegaciones.

Harían bien estas empresas en aprender las lecciones derivadas del caso de Cairn Energy en el golfo de Valencia y anunciar en consecuencia que abandonan sus respectivos proyectos. También deberían tener en cuenta los datos del sondeo internacional World Wide Views Climate and Energy, promovido por la ONU y por el Gobierno de Francia de cara a la Cumbre de París sobre cambio climático de finales de año, en el cual se concluye que el 69,2% de los españoles aboga por «suspender definitivamente la exploración de todas las reservas de combustibles fósiles». Los tiempos están cambiando y el de los combustibles fósiles está llegando a su fin.

 

Carlos Bravo (@capitanfoton)

Biólogo, consultor ambiental, miembro de Salvia y Coordinador técnico de la Alianza Mar Blava

Carlos Bravo / Salvia

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