jueves, abril 25, 2024
- Publicidad -

El verbo dimitir

No te pierdas...

 El resultado de las elecciones legislativas en el Reino Unido celebradas el pasado jueves y que arrojaron una rotunda victoria, por mayoría absoluta, del Partido Conservador de David Cameron dejaron un hecho que podíamos calificar de insólito en nuestro suelo patrio: la dimisión inmediata de los líderes de los tres partidos que resultaron claramente derrotados: Ed Miliband del Partido Laborista; Nick Clegg de los liberales y Nigel Farage del anti europeísta Ukip. Estas son las cosas de una democracia madura y con peso específico como es la de Reino Unido: cuando uno tiene un mal resultado electoral, dimite, se va a su casa y deja el paso a otro líder.

En España, repito que esto es algo impensable. En nuestra todavía joven democracia sólo recuerdo una dimisión que pueda ser comparada a las acaecidas la pasada semana en el Reino Unido. Fue la del entonces secretario general del PSOE y candidato a la Presidencia del Gobierno, Joaquín Almunia, en el 2000, cuando el PP de Aznar consiguió una mayoría absoluta en las elecciones generales celebradas en marzo de ese año. Almunia dimitió la misma noche electoral, se fue a su casa y los socialistas celebraron cuatro meses después un congreso extraordinario en el que fue elegido secretario general, José Luis Rodríguez Zapatero.

El verbo dimitir no se conjuga ni mucho ni poco por estos lares. Ni por derrotas electorales, ni por casos de corrupción, ni por mala gestión. Si fuese por la primera razón, Rajoy tendría que haberse ido en el 2008 tras perder por segunda vez consecutiva unas elecciones generales contra Zapatero. Tampoco lo hizo Rubalcaba en el 2011 cuando como secretario general del PSOE y candidato a la Presidencia del Gobierno llevó a su partido a los peores resultados de su historia. Tuvo que darse otro batacazo como líder de los socialistas en las europeas del pasado año para tomar la decisión de retirarse. Más recientemente, la líder de UPyD, Rosa Díez, tampoco movió un músculo tras el fiasco electoral de su partido en las elecciones andaluzas del pasado mes de marzo. De Izquierda Unida es difícil encontrar unas elecciones en las que su líder no hubiera tenido también que tomar la puerta de salida.

Dicho lo cual, habrá que prepararse para que el próximo 24-M, con elecciones municipales y autonómicas en trece Comunidades, todos los partidos intenten convencernos en la noche electoral, que han ganado. El PP, aunque pierda cotas de poder, probablemente podrá argüir que ha sido el partido más votado; el PSOE que ha recuperado alguna plaza y que ha frenado su caída. Y los partidos emergentes, Ciudadanos y Podemos, que ahí están, rompiendo el bipartidismo y siendo la llave en muchos lugares. Sólo IU y UPyD lo tendrás más difícil, pero ya verán como encuentran alguna explicación a su mal resultado electoral. Todo menos dimitir.

Cayetano González

Artículo anterior
Artículo siguiente

Relacionadas

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Publicidad -

Últimas noticias

- Publicidad -