Mientras gente como la Pelopony va pidiendo a una revista 25.000 euros por hacer un desnudo integral, a otros, como Oriol Junqueras, el presidente de Esquerra Republicana, habría que exigirles una cantidad similar para dejarles salir en televisión. Y por supuesto vestido, ya que no tendría dinero suficiente, ni tan siquiera toda su Cataluña del alma, para pagar lo que tendría que desembolsar por hacerlo sin ropa (sólo en psicólogos, para que los millones de espectadores que le vieran, superaran ese trauma, se iría un pastón).
Risto, que como buen publicista que es sabe que lo fundamental para tener audiencia en un programa de entrevistas es contar con gente que pueda dar titulares, se le llevó este domingo a su última entrega de 'Viajando con Chester', así como a la «gordita» portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (será difícil que alguien ya no la reconozca por este calificativo que le dedicó Alfonso Rojo en otro programa), y el catalán para unos, y «polaco» para otros, no defraudó.
Que no gustó, pues también, pero cuando menos le dio vidilla con sus enajenaciones mentales a un espacio que ganó 1,7 puntos y más de 250.000 espectadores con respecto a su anterior entrega. Oriol habló, por supuesto, de sus ínfulas independentistas, y dejó claro su odio a todo lo que huela a español.
Su gran revelación fue sin duda confesar que él había sido el único español que no vio la final del Campeonato del Mundo de Fútbol que ganó España. Eso sí, no quedó del todo muy claro si estaba diciendo la verdad o emulando a Pinocho ya que por un lado indicó que «el gol de Iniesta ni lo vi, porque estaba en Bruselas, en el Parlamento Europeo» (o las cosas por allí van tan mal que no hay ni para comparar una televisión o es que el pobrecito era el único que tenía alguna comisión o estaba reunido con alguien en ese momento), y por otro dijo que «el gol de Iniesta ni lo celebré» (¿cómo lo iba a celebrar si no lo estaba viendo?).
Eso sí, como el mejor amigo del mundo que dice ser, precisó que «me alegra que gane la 'Roja', porque alegra a mis amigos». ¿Ah, pero es que tiene amigos «españoles»? ¡Qué vergüenza!. Sorpresas que te da la vida.
Lo que está también descartado es que no le guste el fútbol, ya que sí confesó que «lo que me alegran a mí son las 'Champions' del Barça». Vamos, que en su vida sólo se ha llevado cuatro alegrías importantes. Claro lo peor de todo esto para él es que si un día, en algún sueño, Cataluña se independiza de España, su Barça ya no podría ir a la 'Champions', porque no jugaría la liga española y porque la catalana no daría derecho a competir en ese torneo. ¿Qué iba a celebrar entonces este pobre hombre? ¿El trofeo de la Generalitat?
Sin toros, sin fútbol… O se hacía castellet, o se metía a un grupo de sardanas o el hombre se iba a aburrir como una ostra en el escaso tiempo libre que le da ahora mismo una profesión en la que está ocupado hasta cuando se juega la final de un Mundial de fútbol. Alma cándida.
La mosca