martes, abril 16, 2024
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Dudas sobre el futuro de Afganistán

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En Afganistán se han celebrado elecciones presidenciales y provinciales en circunstancias muy difíciles de inseguridad y riesgo de fraude. La retirada de las fuerzas armadas occidentales se va a producir a finales de año. Los observadores internacionales, tras el último atentado talibán, difícilmente han hecho su trabajo. Los observadores y evaluadores de la Unión Europea no han podido realizar la supervisión con garantías. Estos observadores se juegan la vida para difundir los principios de la democracia y el estado de derecho en Afganistán. Algunos periodistas han sido asesinados o han sufrido atentados. Los talibanes han amenazado por la apertura de numerosos colegios electorales. ¡Son gente que llega a prohibir la música!

Las mujeres bajo el régimen talibán vivían en una suerte de apartheid asfixiante y estructuralmente discriminatorio

La preocupante situación de las mujeres en Afganistán es conocida y por eso, para mejorar el estatus de las mujeres, se presenta Habiba Sarabi a vicepresidenta. Las mujeres bajo el régimen talibán vivían en una suerte de apartheid asfixiante y estructuralmente discriminatorio. Algo han mejorado. La mayoría de los hombres afganos, salvo los talibanes, acepta el concepto de igualdad de sexos reconocido en la constitución (2004). Con los talibanes gobernando, las mujeres no tendrían ni derecho de voto. Es difícil saber si estas elecciones van a suponer un despegue del desarrollo en Afganistán, desarrollo en el que el papel de  las mujeres es fundamental. El cambio de estructura civilizatoria es evidente.

El sustituto de Hamid Karzai, que no puede presentarse a un tercer mandato, tiene el reto de sacar adelante el país pactando de un modo u otro la paz con los talibanes en una tarea que parece imposible. Sin ser una prioridad, uno de los esfuerzos que se plantea llevar a cabo es el de restaurar los budas de Bamiyán, destruidos con dinamita por los talibanes hace una decada. Su reconstrucción podría ser un símbolo de un futuro prometedor para este país. Un futuro sin la violencia de la guerra civil que es lo que necesitan y quieren los afganos. El nuevo presidente de Afganistán debería seguir la propuesta de Ramika Khabari,  afgana y amante del rap, que ha dicho (El País, 5/4/2014) que si fuera presidenta “organizaría cursos para todos los hombres afaganos sobre cómo tratar a las mujeres”.

Julio Vives

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