viernes, abril 19, 2024
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Hacer el amor

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Dijo una vez un tal Di Stéfano: “Marcar goles es como hacer el amor, todo el mundo sabe cómo se hace, pero ninguno lo hace como yo”.  Y tras declamar la frase, marchó.

Pues si la Saeta Rubia fue ducho en marcar goles, ahora dos jugadores se pelean por alcanzar la inmortalidad en semejante privilegio, (no el de hacer el amor y sí en lo de meter la pelota entre palos). Los nombres: Ronaldo y Messi o Messi y Ronaldo. Ellos son los elegidos.

Messi alcanzó ante el Levante el record de máximo goleador del Barcelona en toda su historia, superando a Paulino Alcántara que tenía la marca en 369, instaurada allá por inicios del siglo pasado. Es curioso, los dos máximos goleadores blaugranas no son catalanes. Argentino y filipino para más señas.

La Pulga es como una mariposa que revolotea en zig-zag, bien por placer o para huir de los depredadores, hasta depositar sus huevecillos en el fondo de la malla. Para eso cuenta con excelentes compañeros de reparto, tan buenos que yo me pregunto si Messi, en el Real Madrid, que no atesora asistentes como Xavi e Iniesta, sería igual de prolífico a la hora de sumar tantos. Lo dudo. Es más, sospecho que no hubiera llegado a ser cuatro veces Balón de Oro. Quizá, quién mejor puede apoyar anterior duda afirmativa sea el ínclito Di Stéfano cuando aseguró: “Ningún jugador es tan bueno como todos juntos”. El Barcelona los tiene todos juntos. Perdón, los tenía al menos hasta hace un par de años. Quizá por eso el pequeño argentino ganó tanto.

Mientras, en el equipo blanco, Ronaldo camina en busca de los 323 goles de Raúl (este sí nació en suelo ibérico) promediando más de un gol por encuentro. A este ritmo sí podrá llegar a semejante cifra.

El luso, que se mueve cuan guepardo sobre la línea de cal hasta acabar con su presa, no ha contado con los empujes necesarios en el equipo blanco, llámense Khedira antes o Di María ahora y por ello sospecho que, de haber tenido buenos consortes, alguno de los balones de oro que atesora Messi estaría ahora en el museo portugués de Madeira.

Habrá que esperar pues al duelo del domingo para saber si Ronaldo golpea con su poderosa derecha el cuero, arma preferida para culminar sus jugadas, o Messi desplaza con sutileza el balón con su privilegiada pierna izquierda. Entre ambos está el gol y, casi seguro, una liga.

Tenemos días por delante para saber quién será el mejor, ¿la mariposa o el guepardo?. Lo que ninguno debiera decir al final del esperado encuentro es la frase que hiciera suya el versado defensa madridista Sergio Ramos: “Hemos perdido por los goles”, sentenció.  Y tras declamar semejante raciocinio, descansó.

Prefiero la primera afirmación de Di Stéfano.

JA Ovies

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