¿Un referéndum bajo una ocupación militar? Putin dice que no hay tropas rusas en Crimea. Miente descaradamente. Tropas rusas ocupan directa o indirectamente Crimea. Ahora Rusia ha aceptado observadores de la OSCE. Si tardan mucho cuando lleguen a Crimea será territorio ruso. ¿Cómo puede celebrarse un referéndum en estas condiciones, sin debate, sin campaña, sin garantías, y en contra de la legalidad interna de Ucrania? Se trata de una pseudo-consulta diseñada a toda prisa para legitimar la anexión. Es la política de hechos consumados que se está produciendo inexorablemente en este conflicto por parte de Rusia y sus aliados de Crimea. El resto de la comunidad internacional no debería aceptar la legitimidad de esta consulta en las condiciones en que se va a producir. Sólo mediante negociaciones cuyo resultado aceptan las partes interesadas puede producirse semejante transferencia de territorio. Se requeriría un Tratado entre Ucrania y Rusia sobre la retrocesión de Crimea, algo que podría ser inevitable si la paz lo exige.
En cierta forma también hay en el conflicto de Ucrania una resurrección de la antigua doctrina de la “soberanía limitada” de los países del Este, doctrina que estuvo en boga en los años de la Guerra Fría en las relaciones dentro del llamado bloque soviético. La doctrina se invocó en la invasión de Checoslovaquia en 1968 para impedir que un país socialista se pasara al capitalismo, según Brézhnev. Esta doctrina nunca fue aceptada por las potencias occidentales de la OTAN. La posición de Putin de que Rusia tiene derecho a invadir otras partes de Ucrania si peligran los intereses de los rusos en ese país es una nueva versión de esa doctrina, disfrazada ahora de intervención humanitaria –en el fondo se refieren a los intereses de Rusia como potencia- cuando no hay ningún dato que avale la existencia de una persecución contra los rusos en Ucrania, siendo como son casi la mitad de la población.
Rusia está llevando la satisfacción de sus intereses demasiado lejos. Parecía que se iba a conformar con Crimea pero parece que otras partes de Ucrania van a sufrir un proceso parecido o van a caer bajo control de Rusia de un modo u otro. ¿Es que vamos a la partición de Ucrania en una línea divisoria como la de Alemania después de la Segunda Guerra Mundial? La aplicación de sanciones contra Rusia va a ser inevitable. Serán sanciones personalizadas o “inteligentes” (sic) contra la élite del poder de Rusia –sin afectar a Putin, al parecer- pero creo que no van a impedir el desenlace de los acontecimientos tal como están previstos. Estos hechos, incluyendo desplazamientos de tropas y armamento por parte de todos los bandos, anuncian una nueva guerra fría, de consecuencias imprevisibles. Ahora bien, siempre es preferible una guerra fría a una guerra caliente, sobre todo entre potencias nucleares.
Julio Vives