Menuda la que montó Eva González en la presentación de MasterChef Junior. Dijo tres frasecillas durante la presentación del programa, sin gracia ninguna aunque ella creyera que era poco más o menos que Chiquito en sus mejores tiempos, y, literalmente, salió a la carrera dejando a todos los medios allí congregados compuestos y sin entrevistada.
Ella era el principal reclamo del acto, no los tres prequeños que representaron a los dieciséis candidatos mejor chef junior, ni tan siquiera los tres jurados del programa, y si no batió el récord de los cien metros para llegar hasta la puerta fue porque llevaba tacones. Y muy altos, por cierto.
A partir de ahí, las que tuvieron que soportar las iras de los plumillas (de los fotógrafos, los más peligrosos, no, porque para ellos sí había posado de todas las maneras a la entrada), fueron las chicas de prensa de TVE y los de la productora Shine Iberia que coproduce con la pública el programa. Ni las dejaron hablar.
No tenían razón, sobre todo después de haber cambiado de fecha la rueda de prensa dos días, para que todos los protagonistas estuvieran presentes, y de hora otras tantas veces para que no coincidiera al final con la del ganador de La Voz. Que si la chica tenía que ir a grabar a Andalucía, que si tal y que si cual… Pamplinas.
Por muy buen momento profesional que esté pasando la exmiss España 2003, tanto en TVE como en Canal Sur (reza cada día para que estas públicas no sigan los pasos de RTVV), la presentadora debió pensar que más que por sus logros profesionales los chicos de la prensa la iban a cuestionar por su vida privada y huyó de ellos como el que huía de la peste en la Edad Media o el que se encuentra ahora en la misma acera con un guardia jurado.
Por el contrario, Jordi Cruz, jurado del concurso y el chico con el que se la había relacionado últimamente a la «escapista», no sólo accedió a hablar con cuantas personas se lo solicitaron (como mi compañero de medio), sino también a responder a cualquier pregunta que se le hiciera, incluso sobre Eva González.
Lo de menos es lo que dijo, eso ya lo podrán leer en cualquier revista del corazón que se precie, sino cómo lo dijo. Con naturalidad, con sencillez, con elegancia, con simpatía. Y no será porque tiene menos currículum que ella. Un hombre que a los 17 años ya era jefe de cocina de un restaurante no es un cualquiera. Lo suyo sí tiene mérito. Lo de la otra, hacerse famosa por salir en bañador luciendo tipito, no tanto. Si alguna vez veo MasterChef Junior (aunque sólo sea para poder hablar con conocimiento de causa del espacio) lo haré por él. A ella, que la zurzan unos patucos para poder correr más rápido.
La mosca