jueves, marzo 28, 2024
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Cataluña, propaganda y mentiras

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El otro día me comentaba uno de los grandes empresarios de este país -que tiene un 80% del negocio ya fuera España- que nunca en todos sus encuentros internacionales con jefes de estado, empresarios o grandes magnates de las finanzas, le habían preguntado por el tema de Cataluña. «Éste asunto no preocupa en absoluto a nivel internacional y más allá de los aspavientos políticos de unos u otros en nuestro país, nadie se cree que Cataluña vaya a independizarse de España», señalaba.

No sé si el tema preocupa o no más allá de los Pirineos, pero desde luego en España es el entretenimiento preferido de algunos. Si el presidente de la Generalitat utilizara todo el tiempo y la energía que dedica a su «espantá secesionista» a solucionar los problemas de los catalanes, los ciudadanos que le han elegido vivirían mucho menos y nos ahorraría, al resto, el esfuerzo de seguir mareando la perdiz.

El aviso de Duran el Parlamento de que si Rajoy no actúa «habrá declaración unilateral de independencia» huele a amenaza y soflama

El último disparate, de momento, se lo hemos oído a Francesc Homs, su consejero de la presidencia que ha hecho un imaginario memorial de agravios hacia Cataluña por parte del gobierno «para provocar el sufrimiento de un país entero«. Su argumentación, instalada en el víctimismo económico de siempre, se plantea desde una supuesta deslealtad del Estado hacia Cataluña, o lo que lo mismo un intento de asfixiarla financieramente. Según el estudio que ha presentado la Generalitat, el estado ha contraído una deuda histórica de más de nueve mil millones de los cuales 5.700 corresponde a la inversión en infraestructuras comprometidas en el Estatut.

La argumentación en sí está llena de trampas, porque hasta el propio Homs reconoció que, tras el fallo del Constitucional, esas inversiones no son en absoluto de obligado cumplimiento pero ¡claro! recordó que hubo un acuerdo político el de Zapatero y Mas para seguir con su cantinela. El objetivo de que la Generalitat, en vez de dedicarse a gobernar, sea un mero aparato de agitación y propaganda es hacer realidad el sueño de ERC e ir a un referéndum de autodeterminación para lograr la independencia.

Sólo detenerse en el tono teatral que utilizan Homs y todos los demás para ver que lo de menos, en sus apariciones públicas, es lo que piden sea del ámbito político o financiero y lo demás conseguir que siga calando en Cataluña ese terrible «España nos roba» que además de falso -y ahí están los datos de financiación del resto de autonomías para demostrarlo- contribuye eficazmente a dar alas a los planteamientos de ERC.

El consejero pide y, tanto el como Mas mienten a sabiendas, porque no se atreve a decirle a los catalanes que están en bancarrota desde hace tiempo y que sobreviven gracias a las generosas inyecciones del FLA que, en los últimos dos años, le ha dado nada menos que 15.000 millones de euros con los que han podido pagar a los funcionarios, los pensionistas y los proveedores. Claro que de eso no se habla porque es mejor presentar a bombo y platillo el memorándum de desagravios ¡que expresión tan grandilocuente¡ para los nueve mil millones que es el precio que han puesto a su dignidad.

Hasta el propio Duran i LLeida -tan moderado y templado- y que según nos cuentan se va paseando por el mundo poniendo a parir a sus socios de Convergencia y avisando que su partido jamás aceptaría una Cataluña independiente, parece contaminarse con esta locura. Su aviso en el Parlamento de que si Rajoy no actúa «habrá declaración unilateral de independencia» huele a amenaza y soflama, impropia de un político como él. Supongo la pereza que debe darle al presidente de gobierno tener que repetir siempre lo obvio: que el marco constitucional ha hecho posible un régimen de libertad y democracia plena, que tenemos uno de los sistemas políticos más descentralizados del mundo y el mayor nivel de autogobierno de la historia. Tener que insistir una y mil veces en los lazos afectivos históricos y culturales entre Cataluña y España agota cuando quien tienes enfrente quiere romperlos a base de excusas y mentiras, muchas mentiras.

Lo dicho, a nivel internacional en los centros de PODER, con mayúsculas, el tema de Cataluña es inexistente y desde luego en Europa ya han dicho todo lo que tienen que decir al respecto que ese territorio fuera de España no tiene nada que hacer. Más claro agua.

 

Esther Esteban

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