miércoles, abril 24, 2024
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«Con cada uno de sus comentarios podías contagiarte de positivismo»

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Hoy es un día muy triste para la familia del motorsport, como ya sabéis nos deja una gran piloto y mejor persona aún. Muchas son las horas que he podido compartir tanto con María, como con toda la familia Villota, a los cuales les debo una gran parte de mi formación como piloto y como persona dentro y fuera de los paddocks.

A diferencia de la gran mayoría de los medios, desde aquí quiero dar mi más sincero pésame y recordarla solo con esos buenos momentos, ya que seguro que ella lo querría así.

María un buen día se presentó con una psicóloga deportiva

Aún recuerdo como si fuera ayer mi primer día como monitor de conducción en el circuito del Jarama en el año 2006 de la mano de María y Emilio. Desde el primer momento me entendí perfectamente con María y pude aprender a un gran ritmo y aprovechando cada consejo, recuerdo que tras cada manga de entrenos de los jóvenes pilotos a los mandos de los Máster Junior Fórmula de Emilio, cada monitor que estábamos situados en cada curva, hacíamos un comentario a cada piloto sobre lo sucedido en esa sesión, y ya desde entonces con cada uno de sus comentarios podías apreciar y contagiarte del positivismo y la creencia en el trabajo de María. Con tal de que la escuela y sus monitores mejoráramos, María un buen día se presentó con una psicóloga deportiva, para ayudarnos a los monitores a saber exprimir desde el punto y la importancia de las frases seleccionadas y siempre desde la motivación y no la critica.

Con cada uno de sus comentarios podías apreciar y contagiarte de su positivismo y la creencia en el trabajo

Pero también recuerdo la primera vez que asistí a la Máster Junior Fórmula (campeonato nacional de formula iniciación, mono marca y mono gestión creado por Emilio de Villota). Cuatro días intensos, los dos primeros de clases teóricas y pruebas físicas, las cuales iban de la mano de María.
Esos fueron mis inicios en el mundo de los monoplazas y como tal, siempre se recuerda con un especial cariño, al igual que el cariño, la amistad y el respeto del que pude gozar de esa «mi nueva familia del motorsport«. Gracias a ellos pude aprender desde la técnica de conducción como la importancia de ser correcto en tus actos y así ser una persona respetable en el paddock.

Me gustaría terminar con la parte más importante de su vida y la que todos conocéis. Recordar que María llego a la F1 y sin duda, para mí la mujer piloto más preparada hasta el momento, para poder disputar con grandes resultados la máxima categoría del automovilismo.

¿Gran competidora, gran persona y gran amiga! Allá donde estés, María, espero que te den ese volante por el que más que nadie luchaste.

MotorHome

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