jueves, marzo 28, 2024
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«Isabel» se pasa de cutre

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Que la serie está bien, lo acepto. Que es educativa, por supuesto. Que los decorados y las vestimentas de época están a la altura, también vale. Que el reparto está a un gran nivel, lo daría por válido salvo honrosas excepciones (la niña que hace de Juana la Beltraneja, ¡siempre los niños de las series!, habría que castigarla sin cola-cao un mes por estirada y repipiola). Pero con lo que no trago, no acepto como animal de compañía, es con que se nos quiera hacer ver que no se ha escatimado en extras, no, no en pagas extraordinarias sino en todos esos seres que aparecen en pantalla detrás de los protagonistas y más mudos que el enanito más simpático de Blancanieves.

Que todo un Rey de Aragón como Fernando o una Reina de Castilla como Isabel recorran los caminos con una escolta de no más de tres personas o que en las batallas no haya más de cinco personas en cualquier plano sólo puede tildarse de «cutrez». De producción estilo «Estudio 1», pero de los de blanco y negro.

¿No decían que «Isabel» era demasiado cara? Supongo que Michelle Jenner y Rodolfo Sancho no tienen los cachés de Angelina Jolie y Brad Pitt. Tampoco creo que por sacar vistas lejanas del Alcázar de Segovia haya que embargarse con el ayuntamiento de esa localidad, ni que por alquilar cuatro caballos, los mismos que siempre campan por las tierras castellanas o navarras, haya que pagar un dineral, a no ser que la avena, el heno o las zanahorias estén ya al precio del caviar y no nos hayamos enterado.

Con pagar a un experto en efectos especiales por ordenador no te digo yo que te hubiera sacado un ejército como el de la batalla del Abismo de Helm de «El señor de los anillos», pero cuando menos podría haber aparentado con cierta credibilidad que realmente se estaba produciendo un episodio bélico y no un simple repiqueo de espadas, o podría haber simulado que Isabel y Fernando, que aquí también tanto monta monta tanto en cuanto a cutrez de acompañamiento se refiere, llevaban una escolta digna de su cargo.

Si eso es mucho pedir, si eso realmente cuesta tanto, sólo queda una opción: no sacar más exteriores (evitando con ello ridículos como el de los barceloneses que se negaron a permitir que se rodara en sus calles) y limitarse a dar una simple clase de historia de España al más puro estilo «Estudio 1», pero en color. Así, a lo mejor, TVE hasta podría tener presupuesto para hacer más capítulos.

La mosca de ajuste

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