miércoles, abril 24, 2024
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Luther King y la lealtad

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Es verdad que la política hace extraños compañeros de cama. Pero no sólo eso. Hay muchos políticos que, aparentemente son sensatos y dialogantes, que a medida que van alcanzando cotas de poder son cada día más sectarios, se alejan de la realidad y llega un momento que sólo escuchan al grupo de pelotas que les rodean. Casi todos terminan confundiendo la lealtad con la sumisión y cualquier voz crítica les incomoda, les pone nerviosos y terminan prescindiendo de ella. Ese mal endémico no se cura hasta que su suerte cambia y cuando, una vez fuera del cargo, se ven solos, y abandonados. Cuando surge este tema de debate siempre recuerdo a Enrique Múgica.

Cuando fue cesado de Ministro y quedó como un simple diputado de a pie, solía ponerse a leer en un sitio visible del Congreso de los diputados y se entretenía haciendo apuestas consigo mismo de cuantos de sus compañeros de su partido que hasta mientras estaba en el gobierno le peloteaban, se acercarían a saludarle. Según él mismo me contó todos los días le sobraban los dedos de una mano para hacer sus cuentas.

El peloteo al poder es un entretenimiento nacional, y, lamentablemente, han pasado los años pero las cosas no cambian y se producen en todos los partidos políticos y en casi todos los estamentos de la sociedad. Últimamente he visto a políticos que parecían sensatos decir tal sarta de tonterías que se convierten en un insulto para quienes les votan. Tal es el caso del alcalde de Barcelona, Xavier Trías, quien afirmó, tras la decepción de Madrid 2020 que la única ciudad española con opción para organizar unos juegos es Barcelona. No me imagino a ningún alcalde de Madrid, sea del partido que sea diciendo eso a la inversa, sobre todo porque hasta para atacar políticamente a un adversario hay que tener ingenio y grandeza democrática. El alcalde de Barcelona estuvo años en el Congreso de los Diputados y todo el mundo y yo misma le consideraba una persona sensata y dialogante, por lo que deduzco que el poder le ha transformado hasta el punto de perder una de las grandes virtudes de las que el mismos hacia gala el famoso seny.

¿Y qué decir de la deriva que está tomando Artur Mas? En un ejemplo más de su desatino y desconcierto, se ha atrevido a hacer un paralelismo entre el 50 aniversario de la marcha de la población negra sobre Washington, en la que Martín Luther King pronunció su famoso «I have a Dream» con la cadena humana convocada para hoy en Cataluña con motivo de la Diada. Si Luther King levantara la cabeza y viera como se retuerce su historia y la de su lucha se escandalizaría y no dudaría en denunciar la manipulación de algunos poderosos. El líder negro combatió la segregación y ello le costó la vida, cuando lo que pretende el presidente de la Generalitat, en su loca huida hacia ninguna parte, es segregarse del resto de España y expulsar a todos lo que no quieran la Independencia para Cataluña.

Tal vez Artur Mas en su ensoñación se vea a sí mismo como un líder de la importancia de quien cambió la historia en Estados Unidos, pero su equiparación con ese gran nombre, por exagerada es patética.

Mucho me temo que el presidente de la Generalitat ni pasará a la Historia de Cataluña ni mucho menos será una parte de la historia importante de su partido. Por el contrario ha llevado a los suyos a un camino de no retorno, está a un tris de romper las relaciones con sus socios de Unió y encima sus adversarios de ERC le están comiendo la merienda electoral. Mas como todos es humano y comete muchos errores pero se cree divino y seguro que nadie le hace un «ruidito».

Ese es el problema. ¡Que falta haría en estos momentos! esa figura que acompañaba a los poderosos en la antigua Roma y mientras les sujetaban la corona de laureles les recordaba machaconamente «mira hacia atrás y recuerda que sólo eres un hombre. Pues eso…. ¡más leales y menos pelotas¡

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Esther Esteban

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