Dios me lo dio, Dios me lo quitó. La posibilidad de una intervención militar en Siria ha llevado al IBEX a perder en los últimos días de agosto todo lo ganado en el mes. De hecho, el selectivo de la bolsa española pierde en lo que va de año el 1,5 por ciento. Sólo en la última semana, la caída ha sido del 4,5 por ciento. En las últimas diez sesiones, se ha dejado todos los beneficios generados desde finales de junio. Las tensiones han llevado también al alza la rentabilidad del bono a diez años y a subidas de la prima de riesgo. A lo que hay que añadir la incertidumbre que genera Grecia ante la posibilidad de un tercer rescate, y la negativa del Constitucional portugués a las medidas de austeridad del gobierno de ese país.
La balanza exterior está en positivo y las exportaciones baten récords
En clave interna, sin embargo, se han conocido datos sobre el sector exterior muy esperanzadores, así como del sector turístico. La balanza exterior está en positivo y las exportaciones baten récords. No es suficiente, por supuesto, pero cada vez más economistas y expertos apuntan a una clara mejoría de variables económicas importantes. También ha mejorado el PIB. La caída fue del 0,1 por ciento y puede ser que este trimestre el dato abandone el negativo.
Otros datos conocidos, como el déficit de las cuentas públicas, aunque son interpretados de muchas maneras, son mejores de lo esperado si los compramos con los del mismo mes del año anterior. No cabe duda de que en este terreno hay que ser más agresivo, se debe ser más exigente, pero comentan desde Hacienda que la segunda parte del año suele ser más positiva por el lado de los ingresos. Ya veremos.
Mientras, alucina ver cómo Cataluña, que no deja de pedir dinero al Estado, gaste buena parte de ese dinero en cuestiones que tienen que ver con la independencia, la identidad, etcétera, y mucho menos en las necesidades de los ciudadanos.
Carmen Tomás