jueves, marzo 28, 2024
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De la presunción de inocencia

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Ante una catástrofe como la del tren de Santiago de Compostela lo racional es buscar las razones de la calamidad. Al mal, a la tragedia, hay que buscarle una cara. Las autoridades de Fomento, Renfe y la mayor parte de la opinión pública no tardaron mucho en dar con una: Francisco José Garzón. Al maquinista del Alvia no se le ha dado ni siquiera el beneficio de las iniciales, algo que se concede hasta a los peores criminales. Hasta se ha publicado su cara, estupefacta y ensangrentada. Y eso que no sólo aún no ha sido juzgado, sino que la instrucción e investigación de la tragedia no ha hecho sino comenzar. Un accidente de estas características lleva casi un año de análisis de datos. El maquinista, está claro, no tiene derecho a la presunción de inocencia, un principio sagrado en cualquier democracia.

Saber que hay un culpable de 78 muertes calma la inseguridad

Pero el maquinista, además de su Facebook asaltado sin miramientos tiene madre, familia, amigos, derechos incluso. Nadie ha reparado en que, sin juicio siquiera, ni inicio de un juicio, en minutos, ya estaba condenado de por vida en el tribunal inapelable del «telediario». Un juicio sumarísimo en el que, por supuesto, no ha tenido derecho a hablar, ni apelar. Ha valido con sus primeras palabras, cuando a los segundos de tener un accidente espantoso, habló con emergencias. Claro, que no mencionaremos algo tan sutil como la privacidad de las comunicaciones, cuando ni siquiera un juez había ordenado vigilar su teléfono.

Si el mal tiene una cara el ser humano se siente más tranquilo. Saber que hay un culpable de 78 muertes calma la inseguridad. Pero permítase que se dude de que quien filtra esas conversaciones, las grabaciones de seguridad, lo hace por motivos de salud mental de la población. Mejor un juicio sumarísimo con fusilamiento al amanecer que una comisión seria que investigue cómo puede ser que la seguridad de cientos de personas, el acceso a una ciudad por vía férrea, el prestigio de nuestro exportable sistema ferroviario, dependa de si un maquinista aprieta un botón o se equivoca.

Editorial Estrella

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