La que hay montada con el affaire de esas presuntas 13 propiedades de la Infanta Cristina presuntamente vendidas por ella hace siete años… es un tema que no hay literalmente por dónde cogerlo, sencillamente porque no se le puede coger. El ministro de Hacienda le ha dado un tratamiento más propio de Carlos Floriano que de Cristóbal Montoro, con lo que les he dicho todo. No sé, pero sí me importa cuál vaya a ser el desarrollo y desenlace de esta historia para no dormir.
Montoro ha afirmado a toda pastilla que estamos saliendo de la crisis
Pero no sé si me preocupa más o menos que esa otra intervención del ministro de Hacienda afirmando a toda pastilla que estamos saliendo de la crisis, así, como suena, saliendo ya de la crisis, sin más brotes verdes previos y sin más luz al final del túnel. No da uno abasto a leer luego y escuchar luego los millones de chistes y chirigotas de humoristas, blogueros y curanderos. Qué gracioso todo si no nos fuese en ello nada menos que nuestra subsistencia y nuestra felicidad o desgracia colectivas. ¿Servirá el pacto Rajoy-Rubalcaba para arrojar luz, aunque sea la del túnel, sobre este y otros panoramas similares?
¿Servirá el pacto Rubalcaba-Rajoy para explicarnos ese aquelarre de la inauguración del AVE a Alicante, conocido por la suprema empresa rajoniana de intentar ocultar a la alcaldesa presuntamente corrupta? ¿Servirá para remediar el anacoluto antidemocrático de la mayoría absoluta valenciana del PP negándose a la investigación parlamentaria de algo tan presuntamente palmario como la implicación de la alcaldesa Barberá y el ex presidente Camps en los negocios urdangarianos de Nóos? ¿Valdrá para posibilitar que el ex presidente Aznar testifique por la caja b del PP tras lo declarado por Jaime Ignacio del Burgo y/o que declare por el caso Bárcenas, como pide la acusación particular, y de paso se nos ilustre sobre los por el momento 47 millones de Suiza, que a finales de año o antes nadie podrá jurar que no sean ya cien millones? ¿Valdrá el pacto al menos para favorecer el empleo joven y las ayudas europeas, con lo que algunos nos daríamos con un canto o dos en los dientes, sobre todo por lo primero?
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Pedro Calvo Hernando