jueves, marzo 28, 2024
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Jueces para todos los disgustos

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Dice el refrán que cada uno cuenta la feria según le va, de manera que no es extraño que cada vez que un partido se ve inmerso en un proceso judicial porque alguno de los suyos está acusado de corrupción, desde el partido en cuestión se diga que el juez es tal o cual, o bien que tiene ganas de hacerse famoso o que tiene intenciones ocultas o que les tiene manía, etc.

Pero en la familia socialista los hay que dicen de todo de la jueza Alaya que es la que está investigando el caso de los ERES. En el PP los hay que creen que el juez Ruz va a por ellos a cuenta del caso Bárcenas. Y ahora, que el juez Elpidio José Silva ha decidido mandar al exbanquero Miguel Blesa de nuevo a prisión, ya hay una corte de voces poniendo verde al juez en vez de escandalizarse por la actuación de Blesa al frente de Caja Madrid.

En realidad es una táctica vieja. Se trata de desviar la atención de lo principal y colocar el foco sobre un objetivo al que echarle parte de la culpa de lo que pasa.

Lo de los ERES es un escándalo, una sinvergonzada de tal magnitud, que debería de enrojecer a todos los que han tenido que ver con el asunto ya sea por acción u omisión. Es decir, el problema no es la jueza Alaya, el problema es que desde la Junta de Andalucía algunas personas actuaron de manera reprochable. Y miren ustedes que me contengo a la hora de adjetivar. O sea que el presidente Griñán y sus consejeros, amen del resto de los dirigentes del PSOE, más que tomarla con la jueza Alaya deberían de limpiar su propia casa y echar de sus filas a los corruptos amen de poner todas las barreras pertinentes para que un caso como el de los ERES no pueda suceder nunca más.

Respecto al caso Blesa, resulta increíble que sus defensores, sobre todo los mediáticos, olviden que la gestión de éste señor al frente de Caja Madrid ha sido una de las causas de que nuestro sistema bancario haya estado a punto del jaque mate. Por no hablar de la estafa de las «preferentes» que no solo Caja Madrid sino otros muchos bancos se dedicaron a colocar a sus clientes abusando de su confianza en la mayoría de los casos.

Y del caso Bárcenas qué más se puede decir. Se ha convertido en un «culebrón» en el que cada día que pasa es más evidente que los muchos dirigentes del PP son menos inocentes de lo que intentan hacernos creer y tienen muchas explicaciones que dar a la opinión pública.

No, el problema no son los jueces, el problemas son los casos de corrupción. No digo que no haya jueces mejores o peores lo que digo es que al margen de éstos, el quid de la cuestión está, insisto, en los casos de corrupción.

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Julia Navarro

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