La parodia no conoce límites. El absurdo de los diputados nacionalistas, crecidos por la debilidad de CiU, se multiplica con una gesticulación que no tiene más que una dirección: la de la provocación radical soberanista. ¿no hay problemas de mayor envergadura y calado en la sociedad catalana que aquellos que tienen que ver con el identitarismo?
Seguramente las acciones judiciales contra la familia real española sean un asunto que provoque reacciones comprensibles en busca de notoriedad por parte de Navarro, pero los problemas de la familia real catalana deberían hacer que al menos los republicanos catalanes reaccionaran exigiendo desde su óptica de izquierdas una explicación contundente a la derecha nacionalista. Pero no, por supuesto que no.
Cataluña se merece más que esta situación que atraviesa
Los dobles juegos, los discursos interesados y la falta de legitimidad moral de todos los actores de la sociedad catalana, acabarán por provocar una reacción contraria a todo ese desbarajuste de intereses y patrimonialización del territorio. La crisis acompañada del trasiego de millones, los cierres de servicios públicos y el gasto creciente en embajadas, televisiones propias y toda la suerte de despropósitos a que nos han acostumbrado, provocarán un reajuste de las propuestas políticas y con el tiempo, opciones como Ciudadanos crecerán.
Cataluña se merece más que esta situación que atraviesa, que estos políticos que se sientan en su parlamento y que este enjuague de robos, espionajes y juegos de malabares que practican a costa del sufrimiento de la ciudadanía. El numerito en el Congreso no es más que un paso más hacia su propio suicidio.
Editorial Estrella