El político abrió la puerta de su casa y al ver un grupo de gente y cámaras de tele, les saludo amablemente:
Pasen, pasen. Están ustedes en su casa. Les estaba esperando. Como pueden ver, el recibidor es amplio y cabemos todos, pese a esta enorme máscara que compró mi mujer en Mozambique y la verdad es que costó mucho traerla. Pero ya saben: cuando una mujer se empeña en algo, no para hasta conseguirlo…
Oiga…
…Pero pasen por aquí con toda confianza. Aquí llegamos al salón, que tiene las dimensiones suficientes para separarlo en tres ambientes: el comedor del siglo XIX que es herencia del bisabuelo de mi mujer y, según dice la leyenda familiar, Alfonso XIII comió un cogote de merluza aquí, en esta misma mesa, con ocasión de la visita que el monarca hizo a su pueblo. Por lo menos eso me han comentado…
No…
…Este otro ambiente es mi rincón preferido: aquí me relajo de las tensiones diarias con este sillón comodísimo que me permite ver un paisaje que considero es único en el mundo: el cielo de Madrid. Este es el momento del día en que dejo mi mente en blanco y solo me relajo, escucho música y disfruto…
Pero…
…Bueno y por aquí llegamos al rincón de la televisión que sirve también para recibir a los amigos, por ejemplo hoy han venido para ver el futbol. Vamos a saludarlos, aunque antes debo advertirles de que yo creo que lo del fútbol es una excusa: a lo que vienen es para probar mis mojitos. No sé si sabrán que soy un campeón haciendo mojitos. Lo aprendí en Cuba y lo he ido perfeccionando con el tiempo. Me encanta Cuba. Es una lástima como está, pero ahora no es el momento de hablarlo… Luego les preparo unos mojitos y ya me dirán…
Perdone, pero creo que se ha equivocado…
¿Qué pasa? ¿Ustedes no son del programa ‘Quién vive ahí’, o algo así? Sí, hombre, el que hace reportajes por las casas y las decoraciones. Mi mujer me ha dicho que vendrían…
No señor, nosotros somos de Escrache. Ya sabe: manifestaciones y protestas a domicilio… Pero bueno, ya que estamos aquí, probaremos ese mojito… ¿Verdad chicos?…
Estrella Digital respeta y promueve la libertad de prensa y de expresión. Las opiniones de los columnistas son libres y propias y no tienen que ser necesariamente compartidas por la línea editorial del periódico.
Paco Fochs