viernes, marzo 29, 2024
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Bárcenas y Ponferrada, mano a mano

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El problema que afecta a los dos grandes partidos es que no logran convencer por sus actos de lo que dicen en sus discursos. Que el PP resuelva el caso Bárcenas con una demanda a El País mientras el extesorero se pasa el día denunciando a su partido, no hace sino agravar las dudas que afectan a una parte considerable de la opinión pública.

Le pasa lo mismo al PSOE en otro plano. Sus divisiones internas dan poca o ninguna credibilidad al discurso de Rubalcaba, anulan sus posibilidades porque, al fin y al cabo, no son sino el reflejo de los problemas derivados de su paso por el gobierno y la falta de visión compartida de la realidad.

El PSOE se ha cubierto de gloria apoyándose en un edil condenado por acoso sexual y laboral

Esto adquiere su peor dimensión con el caso de la alcaldía de Ponferrada, porque no deja de ser un sarcasmo que el partido que tiene por bandera los derechos de la mujer haya preferido el enjuague político en una administración local – a saber qué intereses lo alimentan -, el mismísimo Día de la Mujer, a la defensa de uno de los valores que caracterizan la lucha de las mujeres en la sociedad: el acoso, el maltrato, etc.

Si hace unos días la ‘ira democrática’ cayó sobre Toni Cantó, de UPyD por unas declaraciones no solo inapropiadas sino fruto de datos falsos relativos al problema del acoso y la violencia de género, el PSOE se ha cubierto de gloria apoyándose en un edil condenado por acoso sexual y laboral, antiguo alcalde del PP, partido al que el PSOE había exigido su fulminante destitución en su día.

Para el PSOE los valores son esenciales, según afirman en sus discursos. Pero no más que las parcelas de poder, según demuestran con sus actos. Lo mismo que para el PP lo importante es la austeridad de los otros, la legalidad que afecta solo a terceros. La famosa Ley de Transparencia es como un golpe de gracia que viene a decir que con un nuevo texto legal en la mesa se seguirá haciendo lo mismo, como la moción apoyada por Ismael Álvarez el 8 de marzo, es después de muchos gentos y símbolos igualitarios, una patada a las convicciones que se dicen defender.

Editorial Estrella

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