La semana pasada y por boca de Olli Rehn, la Comisión Europea nos ha echado un gran jarro de agua fría. Nos han contado sus previsiones para nuestro país, en las que se aplaza el crecimiento hasta el año 2014, el cual cifran en un escuálido 0,8% del PIB, pronosticando una caída del mismo del 1,4% para este ejercicio. Estos datos contrastan vivamente con las previsiones del gobierno español.
Con respecto al desempleo vaticinan que este año se elevará al 27% de la población activa
Con respecto al déficit presupuestario pronostican un 10,2% para el cierre definitivo de 2012 (7% sin contar con el rescate bancario) y un 6,7% y un 7,2% para 2013 y 2014, respectivamente, al tiempo que con respecto al desempleo vaticinan que este año se elevará al 27% de la población activa, pasando en 2014 al 26,6%.
Y de paso nos dieron su receta de obligado cumplimiento en la que nos recomiendan perseverar en los ajustes, más reformas y más consolidación fiscal. En definitiva seguir en el círculo vicioso en que nos encontramos.
Y es un círculo vicioso porque a base de recortes, de elevación de impuestos, de caídas del consumo, de la inversión y de falta de crecimiento, la deuda pública se sitúa ya en 882.339 millones de euros, lo que supone alrededor del 84% del PIB, llamando la atención su rápido crecimiento, ya que en 2012 aumentó en 145.871 millones de Euros y en los últimos 5 años en 445.000 millones de Euros.
Y dado que nuestro país se encuentra ya cercano a un punto que lo expertos consideran de difícil retorno, que es del 100% del PIB, hay que considerar que por ese camino no vamos a ir muy lejos y al único sitio al que podemos arribar es al impago de la deuda, por lo que son necesarias políticas que fomenten la actividad económica y no solamente los recortes, las subidas de impuestos y la depauperación del país y de su clase media.
Por tanto, unas medidas necesarias, entre otras, irían en la línea de las que nos han anunciado en el debate del estado de la nación y que han sido aprobadas, en gran medida, en el Consejo de Ministros pasado. Me refiero al anuncio de la creación del contrato de primer empleo para menores de 30 años, la tarifa plana de 50 € para emprendedores del mismo rango de edad, reducciones para la tributación de sociedades de nueva creación y para nuevos autónomos durante los dos primeros años de ejercicio, y así hasta 50 fórmulas que tratan de relanzar la economía y atajar la lacra del paro. En definitiva, medidas que fomenten y faciliten la actividad económica en nuestro país.
Son necesarias políticas que fomenten la actividad económica y no solamente los recortes
Medidas en este sentido, las primeras en toda la legislatura, que unidas a una racionalización del tamaño de la administración incluyendo empresas públicas, a una redefinición de la organización del Estado a nivel de autonomías y municipios, a una minoración de los impuestos asfixiantes (trasladando al consumo y la inversión los ahorros conseguidos), a un refuerzo de los productos y de la imagen «Made in Spain» para consumo preferente, serían un camino para tratar de conseguir el tan ansiado crecimiento, ya que sin él, cualquier escenario futuro aparece totalmente sombrío y lleno de malos presagios.
Pero no nos engañemos, porque será muy difícil que muchas de estas medidas sean tomadas, ya que afectan directamente a «La Casta» y a sus protegidos, a los que tenemos que seguir manteniendo en trabajos dignos y compatibles con su posición (usando los calificativos de Corinna zu Sayn-Wittgenstein para el empleo de Urdangarin) aunque innecesarios, mientras que los nos pertenecientes a esa élite tendrán que vivir cada día un poco peor por una simple cuestión de equilibrio.
¿Estoy equivocado?
José Luis Martín Miralles-Estrella Digital
Estrella Digital respeta y promueve la libertad de prensa y de expresión. Las opiniones de los columnistas son libres y propias y no tienen que ser necesariamente compartidas por la línea editorial del periódico.
José Luis Martín Miralles