Reportaje fotográfico en el New York Times, manifestaciones varias, anuncio de consulta independentista en Cataluña y presentación de los presupuestos 2013. Todo junto y a bocajarro.
¡Qué estrés! A los problemas reales que ya tenemos hay gente que se ha empeñado en añadir algunos más y de ahí las fotos del New York Times. De esas fotos se me ocurre que nosotros les podríamos sugerir algunos sitios de su país donde conseguir imágenes más míseras y tristes todavía y no tendrían que comprar pasajes de avión. Esas fotos representan tanto a nuestro país como la ópera Carmen.
Y como tenemos poco con la mala imagen que nos ponen fuera, nos empeñamos en ponerla peor nosotros desde dentro y nos damos puñaladas por la espalda, que es lo que está haciendo Artur Mas y su deriva nacionalista. ¿Dónde están los empresarios valientes y con sentido común, como José Manuel Lara, que pongan a ese individuo en su sitio?
Y en un acto de suma y sigue, vamos más lejos todavía y nos enzarzamos en unas manifestaciones alrededor del Congreso que para unos son algo parecido al golpe de estado de Tejero y para otros la muestra de la presión implacable del poder represor. Poder y manifestantes se acusan, se golpean, se tiran piedras, se hacen daño en la medida de sus fuerzas y se judicializan. Un espectáculo lamentable y poco edificante y con muy mala imagen por todas partes en un país que no encuentra el camino.
Y desde el Gobierno, pareciendo querer fomentar la incertidumbre y la mala imagen, nos presentan los presupuestos 2013. Según Montoro buscan la contención del déficit y contemplan una caída del PIB del 0,5% para 2013 que entiendo que es llevar las ilusiones demasiado lejos ya que todos los analistas cifran su caída entre el 1 y el 1,5%, en base a todos los recortes que se están realizando.
Nos dijeron en su presentación que eran buenos para la recuperación y para el empleo, pero lo cierto es que reducen la inversión en términos generales, insisten tozudamente en la elevación de los impuestos y en no recortar la estructura del Estado, al tiempo que incumplen la recomendación de Bruselas y su promesa y justificación para la elevación del IVA, que era la reducción de las cotizaciones sociales de las empresas en un 1% en 2013 y en 2014.
Ignoro qué es lo que van a crear pero desde luego no va a ser empleo porque además conviene señalar que todos los estudios en manos del Gobierno indican que la mejora del empleo en nuestro país no volverá hasta el final de la década, que es cuando este país puede volver a crecer a un ritmo del 2%. Lo siento pero es lo que hay, aparte de cerca de 6 millones de parados y un rumbo a lo desconocido.
¿Qué necesita el Gobierno para atacar de una vez la estructura del sector público y poder bajar los impuestos? ¿Es un problema de elecciones en Galicia y País Vasco? ¿Es miedo a las encuestas en que se desploman? ¿Es que no se atreven a tocar tanta empresa pública y fundación porque están ahí sus allegados? ¿Qué ha sido del plan de crecimiento europeo propuesto por Hollande y aprobado en junio?
Hay muchas preguntas y ninguna respuesta.
José Luis Martín Miralles-Estrella Digital
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José Luis Martín Miralles