Será presidente porque el Comité Nacional del PP, expresándose por medio de De Cospedal, así lo ha decidido. Sólo resta aplicar el rodillo parlamentario en el debate de investidura que será, simplemente, otra vuelta de tuerca al descrédito democrático de nuestro sistema.
Al parecer, a la dirección del PP le resulta indiferente el basurero institucional en el que vive sumida la Comunidad de Madrid. Ayer mismo ESTRELLA DIGITAL mostraba una prueba más del caldo de cultivo para hampones, macarras y sinvergüenzas que rodea, por lo visto y según la denuncia presentada en comisaría, al vicepresidente candidato, y la cruel y repugnante chulería con la que se expresan sujetos de ese mundo que no se identifican para hablar de «sus negocios» tan insólitamente vinculados, según indicios e investigaciones publicadas, con el candidato parlamentario no sometido al escrutinio electoral de los votantes madrileños. La noticia desvela la denuncia por amenazas de muerte a Álvaro Lapuerta, familia y nietos. ¿Qué está pasando? ¿Quién acompaña a este González en este viaje? ¿Qué intereses oculta?
Los madrileños merecen explicaciones, tanto de la huida de Aguirre como de la ocupación del gobierno por este «delfín». Y el PP debe explicar a qué se debe su apoyo nacional cuando por todos es sabida la profunda deslealtad de su franquicia madrileña, la que rodea este embrollo de turbios manejos e intrigas injustificables.
Editorial Estrella