Con la representación de sindicatos y de algunos dignos representantes de la «Zeja», que vuelven a tomar las calles, se celebró la manifestación del pasado sábado en petición de una consulta popular acerca de los recortes y del rescate.
Me pregunto qué resultado tendría una consulta del tipo siguiente: ¿Está usted a favor de suprimir los impuestos? ¿Está usted a favor de elevar los salarios? ¿Es usted favorable al incremento de las subvenciones públicas referidas a su área de actividad?.
Las respuestas a este disparate las podríamos responder cualquiera, por eso no se hacen ese tipo de consultas y se dejan para el ámbito de la demagogia, a no ser que en realidad lo que se esté haciendo con esa manifestación y con el plebiscito sea política para tratar de cambiar el signo del gobierno.
Por más que me esfuerzo no recuerdo a los de la «Zeja» ni a los sindicatos pidiendo consultas populares cuando en este país, en los años en que gobernaba su gobierno amigo, se despilfarraba el dinero a manos llenas, cuando se hacían aeropuertos sin aviones ni pasajeros, líneas de AVE medio vacías, auditorios sin música, se mantenían televisiones de ruina, trinques de todo tipo y de todo signo, subvenciones al cine de los de la «Zeja» que servían para comprar las propias entradas, cuando mentía Solbes un día sí y otro también , y en fin, cuando se cometían todo tipo de tropelías que nos llevaron al huerto de la miseria.
Gobernar consiste en tomar decisiones, unas acertadas y otras equivocadas, como les sucede a todos los gobiernos. Los ciudadanos tenemos el derecho a quejarnos y a mostrar nuestro desacuerdo y llevándolo al extremo, organizar una manifestación que sin duda tendrá sus efectos sobre la opinión pública, pero una consulta popular es para cosas mucho más trascendentes que las meras decisiones del día a día del gobierno de la nación.
Además creo que las cabezas visibles de la manifestación tenían todo el derecho a manifestarse, como hicieron, pero carecían de la legitimidad de quien no llega a fin de mes, de quien se queda sin subsidio de desempleo y no encuentra un trabajo para sustentar a su familia, de quien está a punto de perder su casa, de quien mantiene a tres generaciones con una pensión exigua.
Pienso que los convocantes no saben nada de todo ello porque viven a salvo de todos esos problemas con nuestros dineros. ¿Acaso sabe Víctor Manuel y esposa algo de todo eso?, creo que no, que ellos entienden de derechos pero de autor y mucho de SGAE y por lo único que luchan es por mantener sus chollos y privilegios, revistiéndose de un manto de progresía intelectualoide.
Y lo de los sindicatos mejor dejarlo porque ya se ha dicho mucho acerca de sus comportamientos para con los trabajadores, que son a quienes se supone que deben defender, y de su forma de vida subvencionada y siempre próxima al poder de determinado signo, que es donde está la mamandurria. Si no cogen el paso ni con un tambor, como para encontrar su sitio en esta sociedad.
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José Luis Martín Miralles