jueves, marzo 28, 2024
- Publicidad -

Rajoy y el sentido común

No te pierdas...

Mientras en Rodiezmo, un PSOE ultramontano y añejo, con Alfonso Guerra erigido en gran líder ¿? y usando un lenguaje desaforado contra Mariano Rajoy en el que ha incluido la crítica a la política antiterrorista del Gobierno, cosa que parecía intocable, el Presidente del Gobierno hablaba en cuatro grandes periódicos europeos y se mostraba como un gobernante lleno de sentido común. Ese sentido que tanto escasea en esta España de la ansiedad, la angustia y la agitación.  

Mariano Rajoy ha concedido una entrevista conjunta al ‘ABC’,  de España; al ‘Corriere della Sera’, diario de referencia en Italia; al ‘Journal de Dimanche’ francés y al alemán ‘Bild am Sonntag’, el dominical más vendido de Europa. Y, en ella, ha hablado de todo.

Ha hablado, por ejemplo, del caso Bolinaga, de las elecciones vascas y gallegas o de la petición de ayuda de la Generalidad catalana que atenderá, por supuesto, pero a cambio de compromisos que asumir.

Y ha hablado de que habrá sanciones a quienes contraten servicios sin presupuestar en las Administraciones. Y de la subida de impuestos que bajarán en cuanto sea posible. Incluso, ha dicho que entiende el malestar social, aunque la sociedad se esté portando con gran responsabilidad. En definitiva, ha hablado de todo porque la entrevista fue a calzón quitado.

Pero a mí lo que más me ha llamado la atención ha sido el anuncio de que, este trimestre, va a llevar a cabo una acción que España necesita con urgencia: la unidad de mercado. Y eso, posiblemente, sea la mayor muestra de sentido común del Presidente. Porque la falta de unidad de mercado en España, con 17 normativas distintas derivadas de las respectivas comunidades autónomas, está agravando la crisis económica e impidiendo que salgamos de ella porque supone un coste insoportable. España no puede ser un mercado con 47 millones de habitantes y 17 submercados dentro.

Y es que, en España, según el profesor Juan Iranzo, contamos con muchas medidas adoptadas por las Comunidades Autónomas con efectos demoledores sobre esa unidad de mercado. Como, por ejemplo, la obligación de que los trabajadores conozcan la lengua regional, lo que limita la libre circulación de personas en un mismo territorio. O las diferentes normas de seguridad, medioambientales o de composición de productos, que encarecen los costes de los fabricantes al tener que instalar distintas líneas de producción. O las diferentes interpretaciones de las normas por parte de las instancias judiciales de cada territorio. O las distintas regulaciones de los colegios profesionales y del régimen de los profesionales liberales y autónomos, entre otras muchas trabas.

La unidad de mercado, en cambio, supone un amplio mercado integrado, lo que permite el mayor aprovechamiento de las economías de escala, la división del trabajo y la intensidad de la competencia, lo que conduce a menores costes de producción, a mejorar la productividad y a mayores niveles de empleo y de bienestar.

O, lo que es lo mismo, la aplicación del sentido común que, en definitiva, es un importante recorte a las absurdas competencias autonómicas.

Estrella Digital respeta y promueve la libertad de prensa y de expresión. Las opiniones de los columnistas son libres y propias y no tienen que ser necesariamente compartidas por la línea editorial del periódico.

La sonrisa de la avispa

Relacionadas

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Publicidad -

Últimas noticias

- Publicidad -