La progresía española anda, estos días, revolucionada. Sin duda, le debe tener miedo a la libertad porque no hace otra cosa que criticar todas y cada una de las reformas que, para favorecerla, el Gobierno va introduciendo en aquella locura creada por el Pensamiento Alicia del iluminado y olvidable ZP.
Que TVE, que es la televisión que pagamos todos, decide dar una corrida de toros, a la progresía le parece mal. ¿Por qué? No lo sé. Sus razonamientos son tan peregrinos que solo me llevan a pensar que tienen miedo a la libertad.
Que el Gobierno dice que la sanidad no puede ser universal en España porque ya debe más de 17.000 millones de euros, porque no existe lugar en el mundo que se lleve a cabo y porque, además, con las medidas tomadas se van a evitar los abusos que se están cometiendo con el turismo sanitario y otros fraudes más escandalosos aún, a la progresía le parece mal. ¿Por qué? No lo sé. Sus razonamientos son tan utópicos que carecen de validez, con lo que sólo cabe pensar que siguen imbuidos del buenismo ZP.
Que decide a rectificar el aborto libre, siguiendo las directrices de la propia ONU, y trata de salvar al no nacido con algún tipo de minusvalía, cosa que parece obvia, a la progresía también le parece mal. ¿Por qué? Tampoco lo sé. Debe ser que le tiene miedo al derecho a nacer de los que, aún con problemas, tienen derecho a vivir. Y eso no me atrevo a calificarlo.
Que haya padres que quieran que sus hijos estudien en régimen de separación de sexo y que el Gobierno esté dispuesto a permitir ese gesto de libertad, a la progresía también le parece mal. ¿Por qué? Ni idea. Sólo puedo entender que le da miedo la libertad. Ante esa posibilidad, y como es lógico, preferiría que Educación para la Ciudadanía siguiese siendo obligatoria para que se pudiese adoctrinar políticamente a los niños, según dicen decenas de sentencias de varios tribunales.
En fin, que parece que este personal tan moderno lo único que no quiere es la libertad.
Es como si le tuviera miedo. No hay otra explicación. Debe ser que prefiere el carril único. Algo muy propio del viejo y casposo socialismo.
Les gustaría que no hubiera toros en TVE porque a ellos no les gusta. Da igual lo que piensen los demás. Que se fastidien.
Quieren que le paguemos la sanidad a todo el que pase por aquí y a toda su familia. Como si fuese gratis. Como si no costase. Como si no saliese del sudor de los que, afortunadamente, trabajamos. Y si la sanidad revienta, que reviente.
Pretenden que el aborto sea libre y que se le pueda realizar a una chiquilla de 16 años sin el consentimiento paterno. Con 16 años una chica necesita ese permiso para ir a El Retiro pero no para abortar. Puro progreso.
Y ya, de paso, quieren negarles a los padres la libertad a elegir los centros de enseñanza de sus hijos. Para ellos, el Estado siempre debe prevalecer sobre la libertad de los propios padres.
Y si el Gobierno, con el mandato electoral de los españoles, decide llevar a cabo estas reformas, esta progresía tan distinguida dice que está volviendo a un tiempo pasado.
Jamás puede llegar a pensar que lo hace para favorecer la libertad. Eso sí, sus descalificaciones van siempre envueltas en frases bonitas. Vanas, pero preciosas.
Ella es así…
La Avispa- Estrella Digital
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La sonrisa de la avispa