martes, abril 16, 2024
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En nivel de riesgo

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Parece probado que las autoridades son mas proclives a lamentar que a prevenir. Los recortes, por no decir los destrozos, que se están llevando a cabo en materias altamente sensibles hace que entremos en un elevado nivel de riesgo para las personas y los bienes.

El primer ejemplo de lo dicho son los incendios: los peores de la ultima década. Ahora, sobre la tierra calcinada, se reconoce que tienen su origen en el recorte de las partidas destinadas a prevención. ¿Y qué van a hacer? Decir simplemente «lo siento» y a esperar que llueva.

Otro ejemplo son los tres aterrizajes de emergencia de la compañía de bajo coste Ryanair tuvo que hacer en Valencia. ¿Cuánto tiempo va a tardar el ministerio de Fomento en averiguar las condiciones en las que se obliga a volar a las tripulaciones para que los saltos salgan rentables?

La Asociación de Aerolíneas Europeas ha cifrado en 793 millones de euros las subvenciones recibidas por la compañía de Michael O’Leary de las distintas administraciones españolas. El presidente de Ryanair desmiente las ayudas pero no niega que exija reducciones de tasas por operar en determinados aeropuertos, lo que viene a ser lo mismo.

Según el citado informe de la AEA estas subvenciones le han permitido a la compañía aérea ganar, en el ultimo año fiscal, quinientos millones de euros. Pese a ello, el pasado julio su presidente «amenazó» al Gobierno con cancelar quince rutas y reducir otras cuarenta y seis por «loca política» de aumentar las tasas.

Para «salvar» los aeropuertos que se construyeron en la etapa del despilfarro y la megalomanía; cuando cualquier capital de provincia que no tuviera uno, a ser posible diseñado por un arquitecto de renombre, no existía en el mapa, se ha tenido que ceder a los chantajes de determinadas compañías. El resultado no puede ser peor: se pone en riesgo la navegación aérea.

En los tres incidentes de Valencia tuvieron prioridad en tomar tierra pero, ¿y si no se hubiera podido? Fomento no puede consentir que una compañía que recibe tanto dinero del Estado ponga en riesgo la vida de los pasajeros por apurar al máximo el combustible.

Igual que tendrán que pasar décadas para que la isla de la Gomera recupere su belleza y el más importante bosque de laurisilvas del continente, Garajonay, vuelva a ser un foco de atracción turística, no puede pasar ni un día sin investigar que ocurrió en Valencia.

Cuando se trata de poner en riesgo vidas humanas no valen lamentaciones posteriores. Al socaire de los recortes hay gente que se esta haciendo de oro. Si es preciso, que el Gobierno con su presidente a la cabeza, suspenda esas vacaciones que no se iban a tomar por la gravedad de la situación y a las que no han podido resistirse.


Victoria Lafora

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