Óscar López, actual secretario de Organización del PSOE, decía hace un par de años que «la mina va a tener una solución pronto y la tendrá gracias al Gobierno de España». El Gobierno de España lo presidía en aquel momento José Luís Rodríguez Zapatero. Y Óscar repetía con insistencia: «el único aliado del carbón se llama Zapatero».
Zapatero se fue a contar nubes y nos dejó el caos y López subió como la espuma dentro del PSOE y por ahí anda diciendo tonterías.
Pero el problema del carbón sigue igual o peor porque ZP no lo solucionó como tantas otras cosas.
Y los mineros, lógicamente y más cabreados que nunca, se han echado al monte intentando rememorar viejas historias de revoluciones. Incluso, llegando a usar armas bélicas caseras. ¡Qué espectáculo más bochornoso estamos dando al mundo! Pero la izquierda española siempre se retroalimenta de viejas leyendas.
Los mineros, con guerra de guerrillas, están llegando tan lejos que, hace un par de días, un tren colisionó con dos troncos situados en la vía férrea. Uno de los cuales atravesó la ventanilla de un vagón y provocó un herido. A eso se le llama sabotaje en castellano.
Y todo porque quieren, a toda costa, que Rajoy solucione un problema irresoluto. Y eso es imposible. El carbón en España es caro. Más caro que el que se importa de otros países y encima no hay demanda a consecuencia de la crisis.
Las zonas mineras asturianas han recibido, por ejemplo, más de 2.063 millones de euros en ayudas en los últimos 13 años a través del Instituto para la Reestructuración de la Minería del Carbón y Desarrollo Alternativo de las Comarcas Mineras. Y Zapatero llegó a condonar más de 5.000 millones de euros de deuda acumulada en el periodo 1998-2001 (un billón de las antiguas pesetas) a los empresarios mineros españoles, especialmente las empresas asturianas y leonesas, para que pudieran mantener abiertas las minas.
Pero eso ya no es posible porque Zapatero nos dejo sin un euro. Repitan conmigo: ‘Sin-un-euro’, aunque algunos no quieran comprenderlo y deseen seguir viviendo el aquel país de Yupi que creó ZP.
Entre otras cosas, porque la izquierda ha vuelto a encontrar un flanco por el que atosigar aún más a un Gobierno atosigado.
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La sonrisa de la avispa