Con la bolsa en los 6.065 puntos, la prima de riesgo en 536 puntos básicos y el tipo de interés de la deuda pública a 10 años al 6,5%, este país parece haber puesto la directa contra el muro de un rescate europeo.
Si bien es cierto que hasta ahora el gobierno había parecido ir capeando el temporal, su torpeza en la forma de conducir el asunto de Bankia ha sembrado todas las dudas y especulaciones sobre el sector financiero español en particular y sobre España en general, conduciéndonos a esta situación de pánico en que nos encontramos.
Y por si fuera poco el Sr. Rato, quien todavía es Presidente del Consejo de Administración de Bankia, ha elaborado una nota para el Consejo de Administración de la entidad, en la que en el fondo viene a decir que los 19.000 millones en que se ha cifrado el rescate son resultado de la carta que el Sr. Goirigolzarri (apellido imposible) ha escrito a los Reyes Magos con el beneplácito del Ministro de Economía, Sr. de Guindos, quien no quería dejar duda alguna de que Bankia, entidad sistémica, dejaría de ser un problema. El precio lo pagarán de un lado los ciudadanos y de otro sus accionistas.
Bankias aparte, lo cierto es que la banca española no se encuentra en su mejor momento y que las necesidades para su saneamiento se cifran entre 50.000 y 90.000 millones de Euros, los cuales no pueden ser financiados por el Estado Español en estos momentos ya que las dificultades en los mercados de capitales son evidentes.
Por ello se impone un camino con dos carriles. Un carril es más Europa y de hecho en este sentido se han pronunciado ya el Presidente D. Mariano Rajoy, el Presidente del Banco Central Europeo y el de la Comisión Europea al hablar de una unión bancaria y fiscal, algo que es a largo plazo. El otro carril del mismo camino consiste en la ayuda europea a la banca española en el corto plazo.
En estos momentos tanto Merkel como Shäubel, ministro de Finanzas alemán, presionan al gobierno español para que solicite ayuda al Fondo Europeo de Rescate (FEEF), y que esa ayuda que percibiría el Estado Español sirviera para financiar el rescate bancario. El gobierno español se resiste a esta posibilidad ya que significaría acabar con la poca autonomía que mantiene nuestro país y aceptar las imposiciones de la Troika que nos podrían llevar a una depresión de difícil salida.
Por ello parece que el escenario más probable en estos mementos será el de pasar el mes de junio como buenamente se pueda para llegados a fin de mes, con el alumbramiento del nuevo fondo de rescate denominado Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEEF), que entrará en vigor el día 1 de julio, cubrir las necesidades financieras de la banca española. Para ello ya se habla de la reforma del mismo para posibilitar la financiación directa a la banca, lo cual sería aprobado en el último fin de semana de junio, justo antes de su puesta en funcionamiento.
Sea como sea, nuestro país se encuentra en una encrucijada en la que o bien Europa en general y Alemania en particular demuestran que quieren ir más allá en las instituciones europeas y profundizar en el concepto de Europa y en el Euro, solventando los problemas que presenta la moneda única, o bien España tendrá que plantearse un solución drástica que podría consistir en la vuelta a nuestra peseta antes de llegar a una situación de depresión al estilo griego.
El tiempo y los pronunciamientos de las instituciones europeas y de Merkel nos indicarán cual deberá ser la ruta a seguir, más Europa o menos Euro, teniendo siempre claro que estando unidos y con optimismo podemos hacer lo que nos propongamos.
José Luis Martín Miralles-Estrella Digital
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