jueves, abril 25, 2024
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La reforma laboral

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Tal y como estaba prometido la semana pasada nos ha dejado la reforma laboral, previa indiscreción del ministro de economía Sr. De Guindos (qué ganas de hablar y de protagonismo tiene este señor), al oído del comisario económico de la Unión Europea Sr. D. Olli Rehn, en una demostración más del control remoto que ejerce Bruselas sobre nuestro país en general y sobre nuestro gobierno en particular.

Con respecto a la reforma, en general, el gobierno en público indica que lo que persigue es fijar un marco nuevo para las relaciones laborales tal que permita una mejor y más rápida adaptación de las empresas a un entorno muy competitivo y cambiante como es el que ahora estamos viviendo en esta economía globalizada. En privado manifiestan que lo que persiguen es una minoración de los salarios en orden a ganar competitividad, buscando la aplicación del planteamiento de la devaluación interna defendido por el premio Nobel de economía Sr. Krugman.

Destacan en la reforma aspectos tales como la reducción de la indemnización por despido improcedente para contratos indefinidos, que pasan de una indemnización de 45 días por año trabajado con un máximo de 42 mensualidades a 33 días con un límite de 24 mensualidades. Los contratos amparados en la normativa anterior acumulan su cálculo hasta el próximo lunes, día de la entrada en vigor del Decreto Ley, pasando a partir de esa fecha a acumular con el nuevo criterio pero limitando la cuantía de cualquier indemnización a la de 720 días, lo cual equivale en la práctica a limitar la antigua indemnización a los 16 años de devengo, con independencia de los años de trabajo efectivo desarrollados.

 También se concretan más las causas para el despido procedente por causas objetivas, que conllevan una indemnización de 20 días por año trabajado con un máximo de 12 mensualidades. Se estimará como procedente cuando de los resultados de la empresa se desprenda una situación económica negativa, como puedan ser la existencia de pérdidas reales  previstas o la disminución persistente del nivel de ingresos o ventas, entendiendo que la disminución es persistente cuando se produce durante tres trimestres de forma consecutiva. Según la Ministra su aplicación requerirá del control judicial.

Se elimina la necesidad de la autorización administrativa previa de los expedientes de regulación de empleo. Aparece la posibilidad de que la empresa pueda rebajar el salario por cuestiones de competitividad o productividad, así como modificar la jornada de trabajo, el horario, el régimen de trabajo por turnos, el sistema de trabajo o las funciones del trabajador, sin necesidad de acuerdo. Con respecto a la reducción del salario puede afectar a aquellos trabajadores cuyos emolumentos estén por encima de los mínimos establecidos en su convenio y se requiere la comunicación al trabajador con 15 días de antelación. Este podrá aceptarlo y o bien cesar en su trabajo, previa indemnización por despido de 20 días por año trabajado con un máximo de 9 mensualidades o acudir a los tribunales de lo social.

Otros aspectos tales como límite de 24 meses para encadenar contratos temporales a partir del 31 de diciembre de 2012, prioridad a los convenios de empresa sobre los sectoriales o provinciales y ampliación de las posibilidades de descuelgue de los convenios así como límite a la prórroga «sine die» de los convenios (ultra actividad) una vez finalizado su periodo de vigencia, un nuevo contrato indefinido para fomentar la contratación en Pymes de hasta 50 trabajadores con deducciones fiscales, formación en las empresas para los trabajadores, colaboración de las empresas de trabajo temporal con el INEM para la colocación de trabajadores, bonificaciones para la contratación de jóvenes y mayores y otra pléyade de medidas que harían este artículo interminable.

Lo primero que me sugiere esta reforma y los comentarios en petit comité de miembros del gobierno, es que el proceso de devaluación interna aconsejado por muchos economistas no contempla sólo la minoración de los salarios, sino que la misma tiene que ir acompañada por una minoración del nivel de precios en la misma medida, de la que en nuestro país no se habla para nada. Bajo mi punto de vista esta reforma tal y como se presenta va a conducir a una precarización de las condiciones laborales de manera consciente con el objetivo de la minoración de las renta del trabajo en orden a  ganar competitividad vía abaratamiento del factor trabajo. ¿De verdad, D. Mariano, que lo que quieren es volver a la España de 1960 y a competir con Vietnam? Si la respuesta es afirmativa, le ruego nos lo indique cuanto antes para estar preparados a emigrar a buscar otros medios de transporte porque la bici a algunos ni nos gusta ni se nos da nada bien, por lo que preferiríamos seguir utilizando el coche.

Con respecto a la reforma se la acusa, con razón, de mantener la dualidad en el mercado de trabajo entre contratos indefinidos y temporales, ya que no solamente no se han minorado los contratos existentes sino que se ha añadido uno nuevo y se mantiene la diferencia en el importe de los despidos entre ambos tipos de contratos, lo cual consagra la dualidad existente y mantiene las existencia de dos tipos de trabajadores, los beta y los gamma.

También se la acusa de mantener una judicialización del despido, ya que en general serán los jueces quienes decidan si un despido por causas objetivas cumple las condiciones o no, ya que si bien la empresa puede despedir al trabajador alegando despido procedente por causas objetivas con indemnización de 20 días y límite de 12 mensualidades, el trabajador podrá acudir al juez para tratar de demostrar la improcedencia.

En mi opinión la judicialización, al menos en este caso, creo que está totalmente justificada, ya que no debemos olvidar que en este país, que tiene un 24% de economía sumergida, fue el país que vio nacer la novela picaresca y en donde vio la luz El Lazarillo de Tormes. Creo que eso de que cuando de la cuenta de resultados de la empresa se desprenda una situación económica negativa, como puedan ser la existencia de pérdidas reales o previstas o la disminución persistente del nivel de ingresos o ventas, entendiendo que la disminución es persistente cuando se produce durante tres trimestres de forma consecutiva, si lo dejamos en manos de algunos artistas-gestores de cajas de ahorro o de bancos y empresas que me vienen a la cabeza y que son especialistas en contabilidad creativa y operaciones simuladas, nos dejan un balance y una situación que se nos caen las lágrimas de pura pena.

Por otro lado, echo en falta que en los casos de despido por causas objetivas no se haya planteado el que si la empresa supera su mala situación y vuelve a contratar personal en un futuro, se diera prioridad a la contratación del personal despedido por causas objetivas aunque fuese realizando otras tareas. Creo que una medida en este sentido limitaría las susceptibilidades que conlleva este tipo de despido y evitaría en alguna medida las posibles tentaciones de simulación de las causas, amén de un cierto efecto balsámico.

Por último, hay algo que me hubiese gustado ver y oír y hubiese sido la presentación de esta reforma por parte de gobierno, patronal y sindicatos porque eso hubiese significado el remar todos en la misma dirección. Por el contrario, hemos visto una presentación de la reforma por parte del Ejecutivo, al representante de la patronal, el Sr. Rosell, diciendo que su grado de satisfacción con la reforma en un grado de 0 a 5 es de 4,5 y a los sindicatos hablando de movilizaciones para el próximo día 19.

Creo que en esta reforma ha habido ganadores y perdedores cuando lo que se debía pretender era que ganásemos todos, pero quizá mi punto de vista sea el de un hijo de la transición de este país, en la que todo era posible y todas las posturas se podían acercar buscando el bien común.

El gobierno anterior fue más proclive a escuchar a los sindicatos y el actual a la patronal. ¿No hay un gobierno dispuesto a escuchar y a tener en cuenta a todos? o ¿tenemos que seguir viviendo en una situación en la que cada alternancia en el poder ente los partidos mayoritarios vivamos un proceso constituyente en el que se cuestiona todo lo que hizo el anterior y no en un suma y sigue en un proceso evolutivo? ¿Son incapaces estos políticos de sentarse a dialogar?

También me parece que tanto la patronal como los sindicatos de este país están condenados a buscar su papel en esta sociedad en la que vivimos y que todavía no han encontrado, y también que ambas instituciones están condenadas a entenderse ya que se necesitan y se debieran complementar.

Asimismo, como decía la semana pasada, esta reforma, buena o mala, con aciertos y errores, algo que no va a hacer por sí sola es crear empleo, sino más bien creo que en su arranque va a conseguir todo lo contrario, ya que precisa además del efecto de un conjunto de otras medidas, destacando a mi modo de ver la restauración del flujo de crédito que todavía va a tardar en producirse.

Y ya por ultimo sólo nos queda esperar para ver qué efectos va a producir esta medida junto al resto de las adoptadas y las que se adoptarán en el futuro, aunque con lo que se nos anuncia que nos espera en los próximos meses nos den ganas de buscar una cueva confortable y, cual lagartos, aletargarnos hasta el próximo año.

Estrella Digital respeta y promueve la libertad de prensa y de expresión. Las opiniones de los columnistas son libres y propias y no tienen que ser necesariamente compartidas por la línea editorial del periódico.

José Luis Martín Miralles

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