viernes, abril 19, 2024
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Empresas por encima de la crisis

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Hace un par de semanas fallecía en su Zaragoza de adopción Manuel Jalón, un ingeniero aeronáutico que se hizo famoso hace más de cincuenta años por un invento que España exportó a todo el mundo: la fregona. Un instrumento que “puso en pie a las mujeres”, según la tramposa propaganda de la época; más cierto es que dejo en el pasado la penosa imagen de mujeres arrodilladas y las posteriores secuelas en articulaciones y columna vertebral.

Por aquellos días, se sumó a la tradicional exportación de naipes acogidos a la patente universal de Heraclio Fournier, otro ingenioso invento español: el Chupa-Chups… El resto de ingresos del exterior se cifraba en el boom turístico y en las remesas de los emigrantes. Guste o no, así era la España diferente que vendíamos al mundo.

Lo recuerdo ahora porque acaba de conocerse el Primer Barómetro de Notoriedad de las Empresas Españolas, realizado por Metroscopia para el diario El País. A la cabeza, está Telefónica, seguida de Banco Santander, Repsol e Inditex. A la clasificación se ha llegado con una sencilla pregunta: si un amigo suyo extranjero le preguntase cuál es la empresa española que le inspira más respeto y confianza, es decir, la que en mayor medida le haría a usted sentirse orgulloso de que representase a España, ¿qué respondería? Y solo se permitía citar una, con el resultado que acabo de escribir.

Me he apoyado en este estudio por el hartazgo que me produce ese ancestral pesimismo español, al que se suma un cierto complejo de inferioridad, para concluir en que lo de fuera es, por sistema, lo mejor. Cierto que Telefónica está prejubilando a miles de trabajadores, pero lo hace con cargo a su cuenta, no a costa de nuestros impuestos; verdad es que el Santander no presta un euro mientras no demuestres que no lo necesitas, pero igual hacen el resto de los bancos de España y de toda Europa. También podíamos hablar de los líos accionariales de Repsol o de las cíclicas acusaciones contra Inditex por las subcontratas en el tercer mundo.

Claro que hay que hablar de todo ello, y vigilar, Gobierno y ciudadanos, por unas prácticas comerciales bajo el imperio ético de la ley. Pero no es menos cierto que Telefónica es hoy la primera empresa de telefonía en un país con el potencial de crecimiento de Brasil, o que posee la totalidad de la inglesa O2, por no hablar de su implantación en buena parte de la América de habla hispana. El Santander posee el banco escocés Abbey, tiene, también, una fuerte presencia en América y es, a pesar de la crisis financiera, una de las entidades más solventes del mundo. Repsol es dueña, o tiene participación muy importante, en algunos de los mayores nuevos yacimientos de petróleo y gas en Argentina o Venezuela, con reservas muy superiores a las de los que ahora explota. De las citadas en los primeros lugares del estudio queda Inditex, una empresa textil que gana dinero hasta en un año en que la competencia se muestra incapaz de mantener su volumen de negocio. Y lo hace no por la vía ¬trillada y antisocial¬ de la reducción de costes y plantillas, sino reinvirtiendo los ingresos: de enero a octubre ha abierto 358 tiendas en 45 mercados diferentes; ya son más de cinco mil tiendas en 78 países, doscientas cincuenta en China, el mayor mercado del mundo a medio plazo. En estos nueve meses ha creado casi diez mil empleos hasta superar las cien mil personas en plantilla.

Pero más allá de las cifras, por encima de los datos, sobresale la realidad de empresas españolas que compiten en el mundo y que generan riqueza para España. Si es cierto que el 2012 no viene con un pan debajo del brazo, si tenemos que escuchar malos augurios del Gobierno recién estrenado, bueno es destacar que este no es un país desastroso y sin esperanza, sino, más bien, un país de mediano tamaño involucrado en una crisis global de la que tendremos que salir todos juntos. Mientras, valoremos empresas, proyectos e iniciativas que desde el extranjero son reconocidas.

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Jaime Olmo Mitre

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