viernes, abril 19, 2024
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Ruiz-Gallardón

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El que fuera Presidente de la Comunidad de Madrid y Alcalde de la capital tenía ganas de dar el salto a la política nacional y lo ha conseguido. Era un deseo oculto, aunque todos los sabíamos. No menos de seis veces me dijo, en distintas entrevistas, que su ambición política terminaba en Madrid. Pero nunca lo creí. Todo político necesita ir un poco más allá y Alberto lo es y de nivel. Es político y tiene esa ambición necesaria. Tiene ambición y proyecto. Siempre tiene un proyecto que se hará notar. Seguro. Nunca ha pasado por un cargo sin dejar una huella profunda.

Gallardón revolucionó la forma de hacer política en Madrid. Asumió el puesto de Presidente de la Comunidad pero no quiso que los madrileños se olvidaran de su antecesor que, además, fue el primero en ocupar ese cargo. Fue generoso con él. Agasajó a Joaquín Leguina hasta provocar incertidumbre. Nunca se imaginó el santanderino presidente que el hombre que le echaría del sillón ensalzaría su nombre más allá de lo que lo hicieron los  de su mismo partido.

Todavía no le conocíamos suficiente y sorprendió. Gallardón revolucionó el transporte público madrileño. Convirtió el metro en uno de los mejores del mundo. Todos recordamos aquellas obras, las incomodidades cotidianas que nos trajeron un suburbano que sirve de ejemplo. Pero eso costó dinero y generó deudas y críticas. A los ocho años se marchó por voluntad propia y asumió la candidatura al ayuntamiento de la capital, tal y como le pidió el partido.

Aquí también ha dejado su huella y su deuda. Ha revolucionado la M-30. Ha enterrado el tráfico y ha dejado la superficie para otras cuestiones más relacionadas con la ciudadanía, con el paseo y la bici. De nuevo las críticas. Nunca pasa de puntillas. Su caminar es sonoro y firme, decidido. Se le podrá criticar pero jamás acusarle de inactividad, de pereza, de arrepentimiento.

Ahora, Ruiz-Gallardón, llega a la política nacional de la mano de Rajoy para pasear la cartera de Justicia. Un ministerio que sigue anclado en el pasado. La justicia es la única que no ha evolucionado con el resto de los departamentos y necesita un empujón. Quizá por eso, el nuevo Presidente del Gobierno, ha pensado en el hombre que más sabe de empujones. Quiere que la justicia tenga una red como la del metro o una continuidad como la circulación dentro de los túneles. Rajoy ha pensado que hay que hacer una revolución y ha puesto sus ojos en el único que tiene experiencia.

Si es cierto aquello de que “por sus obras los conoceréis” Gallardón no necesita presentación porque obras las ha hecho todas. Los madrileños los sabemos bien. Las hemos padecido pero ahora Madrid es otra cosa.

La duda que me surge es donde utilizará las tuneladoras que tanto servicio le han dado en el metro y en la M-30. Es posible que ya esté pensando en la ciudad de la justicia.

El fiscal Gallardón cambio la sede la Comunidad. Cambio la sede del Ayuntamiento y cambiará la justicia. Quizá, al final, queden algunas deudas, pero la justicia funcionará y dará que hablar. Suerte.

 

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Pedro Fernández

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