Como muy acertadamente escribía hace unos días el columnista de Estrella Digital, Rafael García Rico, ha llegado la hora de la verdad para Rajoy. Pero sobre todo para el resto de los españoles. En el cierre de su intervención, desde la tribuna de oradores, ha pronunciado unas palabras que inducen a la confianza: “Escucharemos a todos. Nadie sobra aquí, cuantos más seamos tirando en la buena dirección, mejor”. Esa es la clave.
Y son, somos muchos, los que debemos aunar fuerzas para tirar del carro. Del mismo modo que no era Zapatero el único responsable de la crisis, tampoco lo será Rajoy. Y como él, también se equivocará y acertará. Por el bien de todos, esperemos que sea más lo segundo.
Lo cierto es que con la investidura no estamos ante un nuevo país, pero sí ante un nuevo escenario en el que hay muchas cosas nuevas. Para empezar un Presidente, y en las próximas horas un Gobierno, apoyados por una amplia mayoría absoluta. Y en frente, una oposición, liderada por el PSOE que, como ha demostrado últimamente, es más efectivo fuera del Ejecutivo que dentro de él. Salvo un cambio radical e inesperado tras su futuro congreso, y descontando las cuestiones ideológicas, Rajoy podrá contar con un Grupo Parlamentario Socialista proclive a pactar los grandes asuntos de Estado. Tampoco el PSOE podría permitirse menos. Y esta circunstancia, de la que esperamos no equivocarnos, será fundamental para salir del agujero.
La apuesta que han hecho los españoles ha sido Mariano Rajoy. Y ahora, en efecto, tras los flashes de la investidura y, en las próximas horas del nombramiento del nuevo Gobierno, llega la hora de explicar las cosas y de que nos cuenten, de verdad, como estamos realmente, más allá –aunque todo tenga que ver- de la prima de riesgo y de las subastas del tesoro. El Presidente se va a encontrar, como le ocurrió a Zapatero, con gentes que le dirán “no nos falles”. Rajoy tiene la capacidad suficiente para no olvidar lo que han sido ocho años de travesía por el desierto y, por tanto, no caer en el error de su antecesor. Nosotros también esperamos mucho de él y sabemos que no se amedrentará ante los graves problemas que tenemos en España. Es la hora de la verdad, como decía Rafael García Rico; es la hora de Rajoy y él cuenta con la confianza de la mayoría de los españoles.
En lo personal se lo merece, y en lo político nos lo merecemos todos. Un ejemplo más de la altura de miras del nuevo Presidente del Gobierno han sido las palabras dedicadas a Zapatero: “Acertó y se equivocó como todos, pero ha tenido el gran honor de ser presidente de su país, España, y así lo veré yo siempre». Rajoy ha sido generoso en la victoria y con esas palabras queda demostrado.
Ahora, es la hora de la verdad.
Editorial Estrella