viernes, marzo 29, 2024
- Publicidad -

Los acuerdos de Bruselas

No te pierdas...

Por fin esta semana pasada hemos conocido los acuerdos adoptados en las prolíficas y maratonianas reuniones de la Unión Europea, que básicamente consisten en una quita del 50% a los tenedores de deuda griega, una recapitalización de la banca europea de unos 100 mil millones de Euros y un aumento del Fondo de Rescate Europeo.

La verdad es que no hay casi nada nuevo y ya la semana pasada desde esta columna, poníamos de manifiesto que nos barruntábamos que la recapitalización bancaria europea estaba siendo diseñada para Alemania y Francia, que han sido al fin los beneficiados. La gran perjudicada ha sido España, cuya recapitalización asciende a 26 mil millones de Euros, la mayor después de la griega.

Con respecto a la quita de la deuda griega poco cabe decir, tan sólo que a pesar de ello, a la depauperada economía griega le queda por delante un largo y accidentado camino. Sospecho que todavía no hemos asistido al final de su tragedia porque todos los cálculos se han realizado sobre crecimientos anuales del 2% de forma sostenida en el tiempo y eso parece demasiado crecimiento para ese país. El tiempo lo dirá.

Y por último, se acordó ampliar el Fondo de Rescate Europeo hasta los 440 mil millones de Euros con el objetivo de que sirva de cortafuegos para frenar el contagio de Grecia a Italia y a España.

El acuerdo contempla que el Fondo de Rescate Europeo garantice el pago de entre el 20 y el 30% de la deuda pública de países en apuros, como el nuestro, para tratar de mantener el interés de los inversores en ese tipo de deuda.

El problema es que el fondo precisaría de más capital para esas funciones y debería crecer hasta un billón de Euros, que es lo que calculan los expertos como necesario. Dado que Europa no desea poner más fondos, en la reunión acordaron la creación de un vehículo financiero especial para que inviertan en él particulares y fondos soberanos, fundamentalmente el de China y el de otros países emergentes como son Brasil, India y Rusia.

De hecho el director del Fondo de Rescate Europeo ya ha visitado China para recabar su apoyo inversor a este proyecto. Todavía no se conoce la respuesta del Gigante pero no parece difícil pensar que cualquier acción de China o de cualquier otro país emergente, irá acompañada de peticiones de índole comercial y, en el caso chino, de un cambio  en su consideración, que a partir de ese momento sería la de un país con economía de mercado. El dinero hace que las dictaduras sean vistas con otros ojos y China tiene el 60% de las reservas mundiales en este momento.

Ahora bien, esa nueva consideración de China, facilitaría la entrada de más productos de un gigante con una economía más competitiva que la nuestra y que por lo tanto son más baratos en el mercado. La tradicional defensa aduanera europea estableciendo contingentes o aranceles a esos productos tendría que cesar y los productos nacionales serían desplazados de los mercados. En caso de producirse esta situación el problema de falta de competitividad de nuestro país y de otros en situación similar se vería seriamente agravado con la entrada masiva de los productos de países sin sanidad pública, con jornadas interminables de trabajo y escasos derechos en todos los ámbitos.

Tendremos que estar atentos a los acuerdos y medidas que se adoptan ya que podríamos pasar de tener un problema de duda sobre la solvencia de determinados países europeos solucionado a base de generar un grandioso agravamiento del problema de falta de competitividad. De ser así nos llevaría, o bien otra vez a volver a tener el mismo problema anterior, es decir, a las dudas agravadas sobre nuestra solvencia en un plazo no muy dilatado de tiempo o bien a una competencia feroz para tratar de igualar las productividades y vender en los mercados.

El tiempo nos dirá si Merkel ha acertado en su solución a este problema o está generando un nuevo y mayor problema a futuro, ¿Por qué alguien duda de quién toma las decisiones en Europa hoy por hoy?

Estrella Digital respeta y promueve la libertad de prensa y de expresión. Las opiniones de los columnistas son libres y propias y no tienen que ser necesariamente compartidas por la línea editorial del periódico.

José Luis Martín Miralles

Artículo anterior
Artículo siguiente

Relacionadas

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Publicidad -

Últimas noticias

- Publicidad -