Coser y cantar. Eso fue lo que hizo el Real Madrid ante su antigua bestia negra, el Olympique de Lyon que puede darse por satisfecho por haber recibido sólo cuatro goles. Con esta goleada el Real Madrid ha mandado un claro mensaje de poder a Europa. Y no sólo eso, ha conseguido un triunfo fo de prestigio por la forma y el modo con que ha jugado, con mucho colorido y gran variedad.
Desde que la tranquilidad se ha instalado en la sala de maquinas blanca, el equipo de Mourinho crece y crece cada partido desplegando un juego de muchos quilates y de una intensidad que ahoga al rival. Cada partido que pasa, transmite más sensación de poderío. Ante el Lyon, el Real Madrid ha hecho un sobresaliente encuentro.
Nada se puede criticar a este Madrid y menos a Mourinho, que ha vuelto a dar una lección de gran psicólogo. Cuando algunos por buscarle los cinco pies al gato, y por la machacona manía de criticar al luso, estaban buscando la polémica con el falso debate entre Higuaín-Benzema, Mou desbarató los primeros argumentos dando la titularidad al francés en detrimento de Higuaín que venía de hacer tres tripletes consecutivos. Además lo hizo dando argumentos, que algunos no llegarán a comprender por su ofuscación con el técnico portugués.
Se decidió por Benzema por la sencilla razón de que esperaban a un Olympique de Lyon muy defensivo, con muchos hombres atrás cerrando los espacios. Y en esas condiciones Benzema se mueve como pez en el agua buscando desmarques y abriendo huecos. Higuaín es más válido a buscar huecos cuando las defensas no están tan pobladas; y también confió en el francés para que éste no desfallezca y se de cuenta de que es tan titular como Higuaín. Esta vez a Mourinho no le cortarán la cabeza porque acertó en su decisión.
No hay debate que valga, habrá minutos para los dos e incluso algunos partidos pueden hacerlo juntos. No son incompatibles. Mou no quiere cortar las alas a nadie.
Lo cierto y verdad es que Benzema marcó un gol y dio el pase en el segundo de Khedira. Igual que el Madrid, Karim estuvo a gran altura en un partido donde sobresalió todo el conjunto, arrasando al Lyon.
Además, el Real Madrid ofreció un amplio espectro de lo que es el fútbol. Toco, no tanto como otros que llegan hasta aburrir. Dominó hasta ser demoledor, tuvo la posesión y jugó con mucho criterio y hasta con paciencia, buscando y buscando hasta encontrar los espacios que le negaba el Olympique.
Me temo que el argumento de que el Madrid sólo juega a la contra no va a colar después de la gran variedad de juego que desplegaron ante los franceses. Atacó por tierra, mar y aire, con Marcelo por la banda izquierda abriendo la defensa rival como un puñal; Xabi Alonso sacando la escuadra y el cartabón, muy bien acompañado por Khedira que hasta marcó un gol y demostró que tiene capacidad de llegada. Cristiano fue una flecha por donde pasaba, y volvió a estar generoso y solidario. Benzema se asoció y se movió buscando las mejores posiciones.
Capítulo aparte merece Sergio Ramos, que viene a confirmar que como central es un fuera de serie. Si como lateral es buen jugador como central es espectacular. Ante el Olympyque estuvo impecable, yo diría que imperial. Mourinho que se olvide de Carvanho y cuente con Sergio como central, hoy por hoy no hay color. Por si fuera poco, Arbeloa es el típico jugador que siempre cumple, tal vez sea el jugador más táctico del equipo.
En definitiva, que instaurada la tranquilidad y el sosiego, este Madrid cada partido que pasa crece un poco más y ofrece cada vez una mejor versión de su inmenso poderío. Tiene tan buena plantilla que tiene de todo. Este año sí tiene mimbres para poder arrebatarle al Barcelona la hegemonía de los últimos años.
Mou ha prometido mesura pero ya ha lanzado la primera andanada a la UEFA por el gol anulado a Benzema y por la tarjeta amarilla a Xabi Alonso que sacó rápidamente una falta en la que no había pedido barrera. Genio y figura hasta la sepultura.
La insolencia de su talento acalla los gritos de sus muchos enemigos que no le perdonan que esté demostrando que hay otras formas de jugar al fútbol distintas a como lo hace el Barcelona. En el fondo, saben que tarde o temprano acabará con el imperio azulgrana, por eso no lo soportan. Ahora, que siga el debate o que se lo inventen.
Mientras eso puede llegar a suceder, el Real Madrid gana prestigio en Europa a base de puntos -ya está clasificado prácticamente para los octavos de final de la champions- y de un juego cada vez más explosivo, solvente y dominante.
Alfonso Celemín