El Real Madrid a la contra derrotó a un inocente Ajax que vio como el equipo de Mourinho hizo uno de los goles del año. Una obra de arte al contraataque que culminó Cristiano tras pasar la pelota por los pies de Sergio Ramos, Özil y Benzema, todo a una velocidad de vértigo. Fue un monumento al contragolpe que seguro va a servir de enseñanza en las Escuelas de Entrenadores.
Al Madrid no le gusta sobar la pelota, la gestiona bien pero prefiere esperar y cuando te la roba, te hipnotiza con una velocidad imposible de parar y que ejecuta con la rapidez del rayo y con una gran coordinación. Cuando contragolpea es demoledor y su juego es tan fascinante como el que practica el Barça.
A la contra, el juego del Real Madrid es de matricula “Cum Laude”. Nadie lo hace como el equipo de Mourinho. El Ajax ha recibido toda una lección del arma letal de los madridistas.
Con ese arma, fundamentalmente, el Madrid resolvió bien un partido placido donde lo mejor fueron los goles. Tres tantos muy hermosos que fueron un compendio de rapidez, velocidad, elegancia y ejecución. El contragolpe del primer tanto fue para enmarcar. En el minuto 25, el Real Madrid culminó una contra de manual. Una jugada que nació en Ramos y que pasó por los jugadores más ofensivos como Cristiano, Özil, Kaká y Benzema. Luego Cristiano definió de forma inapelable.
La obra de arte al contragolpe fue suficiente para solventar un cómodo partido que dio para que el turco Altintop debutara, cuatro meses después, en el Real Madrid.
Los otros dos goles, también tuvieron su miga. Pase largo de un inmenso Xabi Alonso para que Kaká y Benzema pusieran la guinda.
A destacar la exhibición que de desplazamientos largos hizo Xabi Alonso, una práctica muy poco usual en estos tiempos del tiki-taka en nuestro fútbol. Apenas se ven jugadores que se atrevan con el pase largo. Es un pase que tiende a desaparecer con todo lo que tiene de plasticidad y de belleza. Pero ya se sabe, impera el toque-toque del Barcelona, todo lo que no sea jugar como los azulgranas está anticuado, fuera de lugar y no es fútbol moderno.
A los que amamos el fútbol clásico, tenemos que decir que menos mal que nos queda Xabi Alonso que dio un recital de lo que es el juego largo. El de Tolosa rayó la perfección. Se sintió más a gusto que nunca teniendo a su lado a su escudero Khedira.
Pero la gran noticia para el Real Madrid fue la actuación de Kaká que nos empieza a recordar al gran Kaká del Milán. Después de dos años de dudas y de lesiones, el brasileño vuelve a sonreír y a mostrarnos el gran futbolista que fue. Del partido contra el Ajax ha salido fortalecido porque se intuye que el Gran Kaká está emergiendo.
Condujo como casi siempre con su habitual elegancia, combinó bien con Özil, demostrando que es compatible con el alemán, siempre y cuando haya protección por detrás, y culminó su gran partido con un tanto, una asistencia y su participación en uno de los goles del año, esa obra colectiva del 1-0, que fue una lección perfecta de cómo hacer un contraataque.
Kaká es el mejor fichaje del Real Madrid para esta temporada. Definitivamente parece que ha resucitado y se le espera para que vuelva a ser el enorme futbolista que fue antes de llegar al equipo blanco. No se le puede haber olvidado jugar al fútbol como algunos pronosticaban. Tuvo mala suerte con las lesiones y en dos años apenas hizo preparación de pretemporada, de ahí su declive. Pero, afortunadamente para el Madrid, Kaká ha vuelto al fútbol.
Su imaginación en carrera es perfecta para el estilo de juego de este Madrid de Mourinho. Regresa un coloso que tiene mucho que decir vestido de blanco y al que muchos mataron sin tener en cuenta que los grandes jugadores siempre vuelven.
PD: Menos mal que Cruyff y Guardiola aconsejaron a Frank de Boer como jugarle al Real Madrid para hacerle daño, porque en caso contrario les hubiesen metido un cesto de goles.
Alfonso Celemín