Todos sabemos que es tiempo de recortes, aunque Rubalcaba viva en una realidad virtual y ande por ahí demagogueando para llamar la atención de sus indignados.
Pero una cosa es que haya que hacer recortes y otra que se hagan desvergonzadamente como está haciendo el Molt Honorable Artur Mas en Cataluña.
La Consejería de Bienestar y Familia de la Generalidad Catalana, que preside Artur Mas, ha anunciado a las residencias de ancianos y centros de discapacitados concertados y colaboradores que dejará de enviarles su aportación mensual correspondiente a septiembre y octubre por falta de liquidez. Eso sí que es recortar el Estado del Bienestar, Alfredo.
Pero, claro, mientras que se le ningunean cuatro perras a los asilos, esa misma Generalidad, que preside el señor Mas, se ha gastado, según ABC, 159 millones en fomentar el uso social de la lengua y se han destinado casi 20 millones más a la subvención directa de diarios, televisiones y radios que utilizan el catalán. Y, en 2012, se destinarán 1,4 millones para doblaje, copia y promoción de películas en catalán.
A eso que hay que añadir 3,6 millones más en un Consejo de Garantías Estatutarias fantasmagórico; un Defensor del Pueblo propio («Síndic de Greuges») dotado con 7.9 millones; una Comisión Jurídica Asesora (3,4 millones); una Sindicatura de Cuentas (12), una Oficina Antifraude (5,3) o un Consejo de Trabajo, Económico y Social (2,9). Siempre hablo de millones. Que no pare la música.
Pero hay más, 388 millones cuesta la TVC y otros 49 Catalunya Ràdio. 35 millones de euros más se han gastado al año en Embajadas y ayudas a ONG amigas o mantiendo una ridícula selección nacional catalana de dardos o un Gran Hermano, al que llaman CAC, para controlar la libertad de los medios y en el que sus consejeros cobran cien mil euros anuales por barba. Creo que ahora son cinco. Y no sigo porque no tengo más espacio.
Sin duda, los políticos catalanes han perdido la vergüenza.
Si es que la tuvieron en algún momento.
Pinocchio