‘DEC’ se despedirá este viernes de los espectadores de Antena 3. Esa es la noticia. Aleluya. Se acabó su ciclo. Era normal. El telespectador está cansado de broncas y de noticias intrascendentes, la mayoría de ellas preparadas, creadas ad hoc, ficticias. Con Tele5 es suficiente para cubrir la cuota de frikismo que tiene la sociedad. Pero Tele5 es otra cosa. Tele5 se autoalimenta del frikismo. Vive en el frikismo. Lo crea. Pero fuera de la cadena de Vasile ya es imposible. Hay hartazgo en la sociedad. No se puede vivir de escándalo en escándalo y no terminar pagando la factura. Y DEC la ha pagado. Ni siquiera llevándolo hasta las últimas consecuencias con la emisión del video de Antonio Canales en un último intento por sobrevivir.
‘DEC’ era el único hijo que quedaba vivo de aquel denostado ‘Tómbola’ de Canal 9, que creó un estilo nuevo de hacer televisión. Este viernes morirá. Afortunadamente, Antena 3 se desliga de una televisión absurda. La sociedad ha terminado diciendo basta.
Pinocchio